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viernes, 30 de octubre de 2015

Conociendo la Depresión a fondo

La depresión es un trastorno de primer orden en cuanto a frecuencia y trascendencia dentro de las enfermedades que afectan a los adultos mayores. La existencia de tratamientos eficaces que pueden mejorar la calidad de vida de quienes padecen este trastorno obliga a prestar especial atención a este problema. Se debe mantener un permanente estado de alarma que permita su detección, para posteriormente abordarla con los tratamientos de los que se disponen.

No es infrecuente que la depresión aparezca por primera vez después de los 60 años, aunque la mayoría de las depresiones graves tras cumplir dicha edad suelen ser recaídas. En la población anciana, la depresión con frecuencia se diagnostica mal, no se reconoce o queda enmascarada por síntomas somáticos o por deterioro cognitivo. La depresión no tratada puede tener consecuencias dramáticas, como la institucionalización, enfermedades físicas, deterioro psicosocial o incluso el suicidio.

Es erróneo creer que es normal que los adultos mayores se depriman; al contrario, la mayoría de las personas de edad avanzada se sienten satisfechas con sus vidas. Cuando un adulto mayor se deprime a veces su depresión se considera erróneamente un aspecto normal de la vejez. La depresión en los adultos mayores, si no se diagnostica ni se trata, causa un sufrimiento innecesario para el adulto mayor y para su familia. Con un tratamiento adecuado, el adulto mayor tendría una vida placentera.

La depresión es la enfermedad psiquiátrica más frecuente en la población anciana. Tiene una prevalencia del 1-4% en personas de edad superior a 65 años y origina el 60% de los ingresos psiquiátricos en sujetos adultos mayores. Por otra parte, también está presente en el 30% de los pacientes adultos mayores afectados de enfermedades médicas, agudas o crónicas. Dada su relevancia social y la afectación tan importante de la calidad de vida de los que la sufren, debería existir una sensibilidad hacia el problema en todos los niveles asistenciales, y especialmente en atención primaria, donde se produce con más frecuencia la solicitud de ayuda médica por parte de los adultos mayores con depresión.

Existen evidencias de que la prevalencia de depresión es mucho mayor entre los adultos mayores institucionalizados. Aproximadamente entre el 10% y el 20% de los individuos de edad igual o superior a 60 años ingresados en camas hospitalarias sin deterioro cognitivo tienen una depresión mayor. La depresión se asocia con frecuencia a las enfermedades médicas en los adultos mayores. Los síntomas de la depresión en los adultos mayores pueden ser diferentes de los que aparecen en adultos más jóvenes, lo que acarrea dificultades para el diagnóstico y conduce a que un elevado porcentaje de depresiones en el adulto mayor carezca del tratamiento apropiado. Otro problema que aparece con frecuencia es que la depresión en el adulto mayor se considera una consecuencia natural del proceso de envejecimiento o de otras enfermedades concomitantes. Esta falsa convicción conduce a no emplear los tratamientos antidepresivos, que alcanzan actualmente un alto grado de eficacia y seguridad.

Existen distintos factores que pueden ayudar a desencadenar un síndrome depresivo en este periodo de la vida: factores endógenos (producidos por los cambios bioquímicos del proceso de envejecimiento) y factores exógenos (producidos por la interacción con el entorno). Estos son:
  •  Factores endógenos
    •  Dolor crónico
    •  Dificultad en la movilización
    •  Cambios en la bioquímica cerebral
  • Factores exógenos
    •  Esfera afectiva
  •  Cambios en el rol familiar
  •  Muerte de seres queridos y cercanos
    • Esfera social
  • Jubilación
  • Aislamiento social
  • Pérdida del rol social

Tratamiento

Los objetivos del tratamiento consisten en la reducción de los síntomas depresivos, evitar la ideación suicida, las recaídas o de las recurrencias, mejorar el estado cognitivo y funcional y ayudar a los pacientes a que desarrollen las habilidades necesarias para lidiar con su incapacidad o adversidad psicosocial, si fuera necesario.

La planificación del tratamiento debería comenzar con una evaluación que se centralice en la identificación de la ingesta de cualquier droga que predisponga a la aparición de depresión. El tratamiento de la causa de base o la suspensión del fármaco causante es necesario, pero por lo general no es suficiente para lograr la remisión de la depresión. Los antidepresivos, la psicoterapia o ambos son necesarios y su combinación es la opción terapéutica preferida para la depresión en el adulto mayor; sin embargo, la farmacoterapia o la psicoterapia como únicas medidas son alternativas aceptables si la depresión es leve.

La psicoterapia, en muy diversas formas (terapias cognitivas, interpersonales, psicodinámicas, etc.), tiene un papel importante en tratamiento de la depresión en el adulto mayor en casos de intensidad leve o moderada dentro de un abordaje integral del problema.

Los fármacos antidepresivos, con un importante desarrollo en los últimos años, son conocidos desde hace décadas por su alta eficacia en el tratamiento de la depresión. El adulto mayor presenta algunas peculiaridades cuando se usan estos fármacos.

Por una parte son extremadamente sensibles a algunos efectos secundarios presentes en varios de estos fármacos: empeoramiento cognitivo, efectos cardiovasculares, urinarios, sedación,... Por otra parte pueden presentar varias enfermedades acompañando a la depresión, que sean sensibles a estos efectos adversos: cardiopatía, demencia, hipertrofia de próstata,… Además, pueden estar tomando otros fármacos que interaccionen de forma adversa con el antidepresivo, disminuyendo su efecto o potenciando los efectos secundarios.

Por todas estas razones la elección del antidepresivo debe ser ajustada a las características del paciente por parte del médico de atención primaria, psiquiatra o geriatra, que son los profesionales más frecuentemente implicados en estas situaciones.

Para manejar mejor la depresión en el hogar, los adultos mayores deben seguir una serie de recomendaciones:
  • Hacer ejercicio regularmente, buscar actividades agradables y mantener buenos hábitos de sueño.
  • Aprender a vigilar los signos tempranos de depresión y saber cómo reaccionar si empeoran.
  • Minimizar el consumo de alcohol y evitar las drogas psicoactivas. Estas sustancias pueden hacer que la depresión empeore con el tiempo y también pueden alterar el juicio respecto al suicidio.
  • Rodearse de personas que sean cariñosas y positivas.
  • Hablar de sus sentimientos con alguien en quien se confíe.
  • Tomar los medicamentos correctamente y aprender la forma de manejar los efectos secundarios.

Complicaciones

La complicación más preocupante de la depresión es el suicidio. Otras complicaciones abarcan la disminución del desempeño del trabajo y el deterioro de las relaciones sociales.

Además, se sabe que la depresión complica la evolución de las enfermedades médicas del anciano; interfiere en la rehabilitación de enfermedades incapacitantes como el ictus y se traduce en una mayor mortalidad por cualquier causa en quien lo padece.

Esta mayor mortalidad se ha atribuido a varios factores:

  • Menor soporte social del adulto mayor deprimido.
  • Peor estado nutricional por pérdida del apetito.
  • Posibles efectos de la depresión sobre el sistema inmunitario.
  • Pérdida de motivación para el cuidado personal.

El suicidio ocurre con el doble de frecuencia en los adultos mayores que en la población general y el 80% de los adultos mayores mayores de 74 años que se suicidan sufren de un síndrome depresivo. La depresión mayor y el abuso de sustancias ocupan los primeros lugares de causas de suicidio en esta franja etaria. Aunque la ideación suicida disminuye con la edad, cuando está presente es un factor de riesgo.

La epidemiología de la conducta suicida en los adultos mayores puede describirse bajo los términos de idea suicida, intento de suicidio y suicidio. La prevalencia de desesperanza o de pensamiento suicida en los adultos mayores varía desde el 0,7% hasta el 17%. Existe una estrecha asociación entre el suicidio y la patología psiquiátrica, particularmente la depresión. La prevalencia de pensamientos suicidas en los adultos mayores con enfermedades mentales asciende al 4%.

Las tasas de suicidio en los adultos mayores varían entre las culturas, aunque información de la Organización Mundial de la Salud revela el aumento de la prevalencia con la edad. En el caso de los hombres, la tasa asciende del 19,2 por cada 100.000 habitantes entre los 15 y 24 años al 55,7 por cada 100.000 habitantes entre los mayores de 75 años. En las mujeres, los valores correspondientes ascienden a 5,6 por cada 100.000 y a 18,9 por cada 100.000, respectivamente.

Los factores de riesgo para el suicidio en los adultos mayores son:


  • abuso de alcohol y otras substancias.
  • síntomas psicóticos.
  • ansiedad importante.
  • historia familiar o personal de intentos de suicidio.
  • exposición a acontecimientos estresantes en las semanas previas al suceso.
  • falta de apoyo y aislamiento social; en especial individuos que viven solos (solteros, viudos o divorciados).
  • ciertos trastornos físicos, en especial deterioro visual, enfermedades malignas y neurológicas.

La detección del pensamiento suicida es oportuna en personas con patologías depresivas, intentos suicidas previos, enfermedades físicas o aisladas socialmente. Los mayores no suelen referir sus pensamientos suicidas, e incluso pueden estar presentes en individuos con escasos síntomas depresivos. Por lo tanto, los profesionales de la salud deben estar entrenados para detectarlos.
El suicidio en el adulto mayor es un fenómeno complejo y multifactorial. Los programas de búsqueda activa, prevención y tratamiento deben centrarse en esta población debido al mayor riesgo de suicidio, sobre todo en aquellos que presenten factores de riesgo adicionales.

jueves, 29 de octubre de 2015

Consumir cacao reduce el envejecimiento cerebral

El cacao es la base del chocolate, uno de los alimentos que más se han “demonizado”. Muchos indican que es malo para nuestra salud, aunque, cada vez son más los estudios que afirman que sus propiedades pueden ayudarnos en varios aspectos de la vida.
El cacao es uno de los máximos depuradores del organismo que se conocen. Se recomienda para mejorar la salud en las personas mayores, y es sabido que nos quita la depresión y el mal humor.
Si bien es un ingrediente muy beneficioso para nuestra salud cerebral, conviene destacar su aporte calórico, por lo que debemos combinarlo con una dieta sana y actividad física para no ganar peso.
Se investiga para determinar si el cacao podría llegar a tener incidencia o mejorar enfermedades de deterioro cognitivo más graves como es el caso del Alzheimer. Aún no se ha llegado a conclusiones certeras.
Sin embargo, tampoco es cuestión de comer chocolate todos los días con la excusa de que es bueno para el cerebro. Principalmente para las personas mayores de 65 años y los que tienen problemas de sobrepeso u obesidad no sería tan beneficioso.
La ingesta recomendada oscila los 20 gramos de chocolate al día como máximo.
De esta manera estarían reduciendo la ansiedad que provoca hacer régimen y la presión autoimpuesta por los kilos que se desea bajar.
Este antioxidante ayuda a reducir el envejecimiento cerebral. Al cumplir más años, se producen ciertos cambios en el tejido cerebral. De a poco disminuye su peso y consume menos cantidad de glucosa y oxígeno.
Esto repercute en la memoria. Porque las neuronas se destruyen o se atrofian y no pueden hacer sinapsis (conexiones).
Además de los ejercicios cerebrales o mentales como, por ejemplo, los crucigramas, el sudoku o aprender un idioma pasados los 50; la comida es fundamental.
A pesar que el consumo de chocolate se determina que es malo para la salud, por la obesidad que produce; su consumo moderado puede ayudar a la salud mental.  

Fuente: Diarioportal

miércoles, 28 de octubre de 2015

Los investigadores se acercan a un análisis de sangre para el Alzheimer

Unos investigadores se han acercado al desarrollo de un análisis de sangre para la enfermedad de Alzheimer. 

Dicha prueba permitiría a los médicos diagnosticar a los pacientes en la etapa más temprana y tratable, de forma que los pacientes puedan realizar cambios en el estilo de vida que podrían ralentizar la enfermedad del cerebro, reportó el equipo de la Facultad de Medicina Osteopática de la Universidad de Rowan, en Stratford, Nueva Jersey. 

"La detección temprana de la enfermedad tiene beneficios significativos, porque ahora sabemos que muchas de las mismas afecciones que conducen a la enfermedad vascular también son factores de riesgo significativos del Alzheimer", señaló en un comunicado de prensa de la asociación el investigador líder, Robert Nagele. 

Los científicos se enfocaron en el uso de autoanticuerpos en la sangre como biomarcadores de la presencia y la etapa de la enfermedad de Alzheimer. Los autoanticuerpos son proteínas inmunes que atacan por error a las células del propio cuerpo. 

Los hallazgos se presentaron el domingo en una reunión de la Asociación Osteopática Americana (American Osteopathic Association) en Orlando, Florida. 

Actualmente, no hay un análisis sanguíneo aprobado para el Alzheimer, una enfermedad cerebral incurable que afecta a alrededor de 5.3 millones de estadounidenses. En esta enfermedad, el cerebro comienza a cambiar años antes de la aparición de los primeros síntomas. 

"Cuando se halla que las personas tienen una enfermedad preclínica, pueden tomar medidas para mejorar su salud vascular, que incluyen vigilar la dieta, hacer ejercicio y gestionar cualquier problema de peso y con la presión arterial para evitar o retrasar el avance de la enfermedad", comentó Nagele. 

El análisis sanguíneo que están desarrollando Nagele y sus colaboradores también se muestra promisorio para detectar otras enfermedades, como el Parkinson, la esclerosis múltiple y el cáncer de mama, señalaron. 

Los datos y conclusiones presentados en reuniones por lo general se consideran preliminares hasta que se publiquen en una revista médica revisada por profesionales. 

Fuentes: MedlinePlus

martes, 27 de octubre de 2015

Los corazones de los hombres y de las mujeres envejecen de manera distinta

El corazón de las mujeres y de los hombres envejece de forma distinta. Y eso sugiere una posible necesidad de tratamientos específicos según el sexo, de acuerdo con un estudio que aparece en la edición del 20 de octubre de la revista Radiology.

"La forma del corazón cambia con el tiempo en hombres y mujeres, pero los patrones de cambio son distintos. Los corazones de los hombres tienden a hacerse más pesados y a contener menos sangre, mientras que los corazones de las mujeres no se hacen más pesados", señaló en un comunicado de prensa de la revista el autor del estudio, el Dr. John Eng, de la Facultad de Medicina de la Universidad de Johns Hopkins, en Baltimore.

Los investigadores usaron Imagen de Resonancia Magnética (IRM) para examinar los corazones de casi 3,000 personas sin enfermedad cardiaca en Estados Unidos. Los participantes se sometieron a otra IRM unos 10 años más tarde, cuando tenían entre 54 y 94 años de edad.

Tanto las mujeres como los hombres experimentaron reducciones en el volumen del ventrículo izquierdo, la cámara del corazón que bombea la sangre a través del cuerpo. Pero la masa del ventrículo izquierdo aumentó en los hombres, y se redujo ligeramente en las mujeres.

El aumento en la masa puede ocurrir cuando las paredes del ventrículo se hacen más gruesas al tener que trabajar más arduamente para bombear la sangre debido a la hipertensión y a otras afecciones, explicaron los investigadores.

Se necesita más investigación para averiguar más sobre esas diferencias sexuales, pero los hallazgos sugieren que quizá haya que variar los métodos de tratamiento para los hombres y las mujeres con enfermedades cardiacas.

"Últimamente hablamos mucho sobre la medicina personalizada, y esto es un ejemplo donde quizá los hombres y las mujeres deban ser tratados de forma distinta", planteó Eng.

Los investigadores también encontraron que un aumento de la masa ventricular izquierda se asociaba con una presión arterial y un índice de masa corporal (IMC, un estimado de la grasa corporal basado en el peso y la estatura) más altos.

Fuente: MedlinePlus

lunes, 26 de octubre de 2015

Una copa de vino al día podría mejorar la salud cardiaca de las personas con diabetes tipo 2

Las personas que procesan el alcohol de forma lenta también experimentaron mejoras en los niveles de azúcar en sangre, señala un estudio. 

Relajarse con una copa de vino al final del día podría ayudar a mejorar la salud cardiaca y los niveles de azúcar en sangre de las personas con diabetes tipo 2, sugiere una investigación reciente. 

El vino tinto mejoraba más el colesterol, según el estudio. Y tanto el vino tinto como el blanco ayudaban al control del azúcar en sangre en las personas que metabolizan el alcohol con lentitud, dijeron los investigadores. 

Aunque otros estudios han sugerido que beber vino ayuda al corazón, las recomendaciones de los expertos sobre los beneficios de un consumo moderado siguen siendo controversiales, sobre todo para las personas con diabetes, apuntó la autora líder del estudio, Iris Shai, investigadora de la Universidad de Ben-Gurion en Negev, Israel. 

"Este es el primer ensayo clínico sobre una intervención con alcohol a largo plazo y a gran escala que se ha llevado a cabo, y en particular con diabéticos", que observó los beneficios del vino, y si el tipo de vino importa, aseguró. 

Shai y sus colegas asignaron al azar a 224 pacientes de diabetes tipo 2 que tenían entre 40 y 75 años de edad a beber una copa de cinco onzas (casi 15 centilitros) de vino tinto, vino blanco o agua mineral con la cena cada noche durante dos años. Los investigadores midieron los niveles de colesterol y azúcar en sangre, y otros indicadores de la salud cardiaca y el control de la diabetes. Esas medidas se tomaron al inicio del estudio, a los seis meses y una vez más al final del estudio. 

Se pidió a todos los voluntarios del estudio que siguieran una dieta mediterránea, que es saludable para el corazón. Se les pidió que no restringieran las calorías. Cuando el estudio comenzó, su diabetes estaba bien gestionada. Antes del inicio del estudio, los voluntarios bebían poco, alrededor de una bebida alcohólica a la semana, dijeron los investigadores. 

El vino ayudó al reducir el riesgo cardiaco, dijo Shai, y el vino tinto resultó mejor que el blanco. El vino tinto aumentaba el colesterol HDL (el colesterol "bueno") en alrededor de un 10 por ciento, en comparación con el grupo del agua, mostraron los hallazgos. 

"Tanto el vino tinto como el blanco pueden mejorar el control de la glucosa [el azúcar en sangre], pero no en todo el mundo", comentó. Los niveles de azúcar en sangre mejoraron solo entre las personas que metabolizaban el alcohol lentamente. El beneficio no se encontró entre los que procesaban el alcohol con rapidez, según se evaluó mediante pruebas genéticas. Alrededor de una persona de cada cinco procesaba el alcohol con demasiada rapidez para obtener la mejora en el azúcar en sangre, reveló la investigación. 

El efecto del vino sobre los niveles de azúcar en sangre probablemente se debiera al alcohol en sí, sugirió Shai. El alcohol puede impedir la generación de la glucosa en el organismo, dijo. 

El efecto del vino sobre los niveles de colesterol fue mayor con el vino tinto, y da el crédito a unas sustancias conocidas como fenoles. En comparación con los vinos blancos, los vinos tintos del estudio tenían unos niveles totales de fenoles, como el resveratrol, alrededor de siete veces más altos, según el estudio. 

Para las personas que no beben alcohol, la Asociación Americana del Corazón (American Heart Association, AHA), anota que esas sustancias también pueden encontrarse en las uvas y en el jugo de uva, además de otras frutas y verduras. La AHA dice que el ejercicio también es una forma efectiva de mejorar los niveles de colesterol HDL. 

El estudio de Shai aparece en la edición en línea del 12 de octubre de la revista Annals of Internal Medicine. 

La Dra. Minisha Sood, directora de diabetes en pacientes internos del Hospital Lenox Hill en la ciudad de Nueva York, revisó los hallazgos, pero no participó en el estudio. Dijo que uno de los puntos fuertes de la nueva investigación fue la duración del estudio de dos años. 

La investigación "respalda la idea de que el vino tinto, no el blanco, beneficia los niveles de colesterol", apuntó Sood. ¿Cuáles son las implicaciones? "Entre las personas que sufren de diabetes tipo 2 y que tienen un riesgo bajo de abuso del alcohol, iniciar un consumo moderado de vino con una dieta saludable es seguro, y podría ser beneficioso contra el riesgo cardiovascular", planteó. 

Shai advirtió que en este caso "si un poco es bueno, más no es mejor". Las mujeres deben tomar como máximo una copa al día, y los hombres dos, advirtió. 

Fuente: Healthfinder

viernes, 23 de octubre de 2015

Hipotensión ortostática

La hipotensión que sufren con mayor frecuencia los adultos mayores y que puede conllevar consecuencias serias, como las caídas, es la llamada hipotensión ortostática. Ésta se define como una caída de la presión arterial sistólica mayor o igual a 20 milímetros de mercurio (mm Hg) o de la presión arterial diastólica mayor o igual a 10 mm Hg que ocurre en los 3 minutos posteriores de pasar de estar tumbado a estar de pie.

La prevalencia de la hipotensión ortostática está entre el 4 y el 33% de la población adulta mayor. En pacientes diabéticos se ha visto una prevalencia que puede llegar al 19%, aunque la mayor prevalencia se ha observado en enfermos de Parkinson, con cifras del 60%.

Las causas de hipotensión ortostática son múltiples. A grandes rasgos se podrían clasificar en neurogénicas y no neurogénicas. Éstas son, resumiendo:

Causas neurogénicas

  • Primarias:
    • Alteración vegetativa en enfermedad de Parkinson.
    • Disautonomías agudas o subagudas.
    • Fallo autónomo puro o atrofia multisistémica.
  • Secundarias:
    • Síncope vasovagal o miccional.
    • Alteración periférica: diabetes mellitus, amiloidosis, alcoholismo crónico, otras neuropatías.
    • Alteraciones centrales: tumores, degeneración senil.
    • Alteraciones espinales.

Causas no neurogénicas

  • Disminución del volumen intravascular
    • Pérdida de sangre o plasma: hemorragias, quemaduras, hemodiálisis.
    • Pérdida de sales minerales: gastroenteritis aguda, ingesta inadecuada, anorexia.
    • Vasodilatación: alcohol, calor ambiental, fiebre, urticaria severa.
    • Patología cardíaca: insuficiencia cardíaca, arritmias.
    • Fármacos

Dentro de las causas no neurogénicas cabe destacar, por su gran importancia, la hipotensión ortostática producida por fármacos. Estas sustancias puede que sean utilizadas propiamente como hipotensores o que tengan la hipotensión como un efecto secundario. En general se pueden dar tres mecanismos de hipotensión: disminución del volumen sanguíneo total (diuréticos), producción de vasodilatación (nitritos) o interferencia con los reflejos barorreceptores (antidepresivos, sedantes).

Cuando un adulto sano se incorpora de una posición supina a una posición erguida, alrededor de 500-700 ml de sangre quedan acumulados en la circulación venosa de las extremidades inferiores, así como en la circulación de las vísceras. Esta reducción puntual de la volemia produce una drástica disminución del retomo venoso al corazón y una caída de su eficiencia. Esto produce una reacción generalizada tanto neurológica como cardiovascular e incluso muscular para mantener la presión arterial dentro de los límites necesarios para, al menos, asegurar la circulación cerebral.

La edad avanzada, los fármacos y ciertas enfermedades pueden favorecer la hipotensión. Esto hace que el adulto mayor sea muy susceptible a sufrir clínica de hipotensión ortostática, ya que es en esta franja de edad en la que se consume mayor número de medicamentos. Además, en el adulto mayor ocurren toda una serie de alteraciones debidas a la edad, tanto en el sistema cardiovascular como en la capacidad de reacción del sistema nervioso.

La clínica de la hipotensión ortostática deriva de la disminución del aporte de sangre a los tejidos, especialmente de la isquemia cerebral transitoria acompañante, a parte de los síntomas asociados a las posibles etiologías, antes comentadas. Cabe destacar que hasta en un 50% de pacientes sintomáticos puede aparecer pérdida de consciencia y caídas asociadas a la misma. En enfermos cardiópatas la disminución de la cantidad de sangre bombeada por el corazón y la taquicardia reactiva resultante pueden provocar clínica anginosa.

En general, la clínica más habitual de la hipotensión ortostática es la siguiente:
  • Mareos, inestabilidad, vértigo posicional, caídas.
  • Marcha inestable, inseguridad.
  • Perdida de consciencia, síncopes.
  • Taquicardia, palidez, angina de pecho.
  • Visión borrosa, manchas negras o defectos en la percepción de colores e imágenes.
  • Acúfenos.

Como norma general sólo debe tratarse la hipotensión ortostática sintomática, siendo el objetivo terapéutico en la mayoría de los casos la eliminación de los síntomas con independencia de las cifras tensionales.

La educación del paciente con hipotensión ortostática es un elemento de la mayor importancia. Además de una explicación clara de la naturaleza de sus síntomas, las medidas generales a aplicar pueden categorizarse en cuatro grupos: a) evitar actividades o hábitos que pueden precipitar o agravar la hipotensión postural; b) normalizar el volumen circulante y evitar sus fluctuaciones; c) usar prendas compresivas; y d) evitar medicaciones nocivas.

El paciente debe aprender a descomponer el movimiento de incorporarse de la cama en dos movimientos, tumbado-sentado y sentado-de pie, dejando pasar varios minutos entre una y otra postura. Además, debe evitar permanecer de pie inmóvil por mucho tiempo, el esfuerzo físico intenso, el ejercicio isométrico, la exposición a ambientes calurosos y húmedos y la ingesta de comidas copiosas. Los paseos y la natación son medidas terapéuticas aconsejables, siempre que se practiquen en grado ligero y según tolerancia.

La administración de diuréticos debe suprimirse y conviene instaurar una dieta abundante en líquidos y sin restricción en la ingesta de sal. También conduce a una mayor expansión del volumen intravascular el dormir por la noche con la cabecera levantada de 25 a 30 cm, por mecanismos hormonales de compensación cardiovascular.

Mejorar el retorno venoso durante la bipedestación se consigue mediante el uso de medias elásticas de presión gradualmente decreciente desde los tobillos y que se prolongan hasta la cintura. Dichas prendas deben ser colocadas por la mañana mientras el paciente está aún acostado y retirarse antes de acostarse por la noche.

Se debe dejar claro a los pacientes desde el principio que el tratamiento de la hipotensión ortostática, en especial la debida a disfunción vegetativa, suele ser difícil e imperfecto. Con frecuencia, los fármacos deben ser administrados en combinación, como en la hipertensión esencial. Por esto el tratamiento debe basarse principalmente en la terapia no farmacológica.

Fuente: Mapfre

jueves, 22 de octubre de 2015

Diez beneficios de la fresa

Las fresas no son sólo una deliciosa fruta, sino también un alimento cargado de numerosos beneficios para la salud.

Además de su poder como antioxidante, son conocidas sus capacidades antiinflamatorias y potenciadoras de la salud en general.

A continuación te contamos 10 beneficios de comer fresas que seguro que te convencerán.

1. Las fresas son bajas en calorías

Una taza de fresas tiene unas 43 calorías. Además, contienen fibra, que ayuda a regular los procesos digestivos y a reducir la sensación de hambre.

2. Están cargadas de antioxidantes

Las fresas contienen fenoles, un compuesto químico. La antocianina es un tipo de fenol muy abundante en las fresas y que le proporciona su característico color. Es conocido también por sus poderosas cualidades como antioxidante natural que mantiene la salud de las células.

3. Son un antiinflamatorio natural

Los fenoles ayudan también a luchar contra los procesos inflamatorios del organismo inhibiendo la producción de la enzima ciclooxigenasa, del mismo modo que lo hacen compuestos como la aspirina o el ibuprofeno.

4. Son una fuente rica en vitaminas

Las fresas son una fuente de vitaminas del grupo B, tales como vitamina B6, la niacina, la riboflavina, el ácido pantoténico y el ácido fólico. También poseen una considerable cantidad de vitamina C.

5. Tienen manganeso

El manganeso es un mineral que actúa como un potente antioxidante y antiinflamatorio natural. Una taza de fresas contiene 21 gramos de manganeso.

6. Contribuyen a la salud ósea

Las fresas tienen un alto contenido en magnesio, potasio y vitamina K, que ayudan a potenciar la salud de los huesos.

7. Potencian la salud ocular

Algunos estudios han señalado que las fresas mejoran la salud de los ojos al disminuir el riesgo de degeneración macular.

8. Tienen un efecto antienvejecimiento

El ácido elágico presente en las fresas mejora la elasticidad de la piel y retrasa la aparición de los signos del envejecimiento, como las arrugas y la flaccidez, al tiempo que la biotina contribuye a mantener un cabello y unas uñas sanas.

9. Son una importante fuente de vitamina C

Una taza de fresas contiene el 136% de la cantidad diaria recomendada de vitamina C, lo que las convierte en un poderoso antioxidante que potencia el sistema inmunitario.

10. Ayudan a perder peso

Por su bajo contenido calórico y su alto contenido en nitrato, las fresas son un buen aliado para las dietas de pérdida de peso. Ayudan a reducir el apetito, favorecen la circulación sanguínea y, además, ¡son deliciosas!.

miércoles, 21 de octubre de 2015

Incontinencia urinaria

La incontinencia urinaria es cualquier pérdida involuntaria de orina que origine un problema higiénico y/o psicosocial y que se pueda demostrar objetivamente.

Se trata de un trastorno frecuente en personas mayores; se estima que cerca del 15% de la población mayor de 65 años de la comunidad y más del 50% de las personas institucionalizadas lo presentan (de hecho, es el segundo motivo de institucionalización). Es más frecuente en mujeres que en varones y, en contra de lo que se suele suponer, no es exclusivo de personas deterioradas o muy incapacitadas, sino que aparece también en personas con buena función mental e independientes.

Aunque en sí no es un problema grave de salud, sí es cierto que su presencia conlleva serios problemas de manejo, limita la autonomía, deteriora la imagen personal, altera la vida social de las personas que la padecen y deteriora sensiblemente la calidad de vida. Además, contribuye al desarrollo de ulceras por presión, infecciones de orina y depresión.

Por su frecuencia y repercusión la incontinencia urinaria es uno de los principales síndromes geriátricos y debe ser buscado activamente y estudiado en la valoración geriátrica integral. 

Es indudable que el envejecimiento condiciona una serie de cambios tanto a nivel del sistema nervioso (central, autónomo, simpático y parasimpático) y en su inervación como también a nivel del tracto urinario inferior (vejiga, uretra) y del aparato genital (próstata, vagina), los cuales podrán interferir con la normal realización del acto miccional, teniendo su origen a distintos niveles: tracto urinario inferior, sistema nervioso responsable del control y la coordinación de la micción, mecanismo de producción de la orina, percepción del deseo miccional o habilidad física para acceder al baño y realizar las actividades básicas de la vida diaria.

Es indudable que el envejecimiento condiciona una serie de cambios tanto a nivel del sistema nervioso (central, autónomo, simpático y parasimpático) y en su inervación como también a nivel del tracto urinario inferior (vejiga, uretra) y del aparato genital (próstata, vagina), los cuales podrán interferir con la normal realización del acto miccional, teniendo su origen a distintos niveles: tracto urinario inferior, sistema nervioso responsable del control y la coordinación de la micción, mecanismo de producción de la orina, percepción del deseo miccional o habilidad física para acceder al baño y realizar las actividades básicas de la vida diaria.

En contra de lo que se puede pensar, la incontinencia urinaria no es normal con el envejecimiento, sino que es un problema causado por algún tipo de trastorno médico o funcional. Su valoración y tratamiento son muy sencillos y eficaces, con porcentajes de curación o mejoría hasta el 75% de los casos. Cuando no es posible la curación puede tratarse de forma que aumente el bienestar del paciente, facilite la labor de los cuidadores y minimice los costes y las complicaciones. Uno de los factores que en gran medida determina el pronóstico de la incontinencia urinaria es la motivación y actitud de los profesionales. La aproximación adecuada es el promover la continencia y tratar la incontinencia en función de sus causas y no sólo evitar el mojado de ropa y cama con el uso de absorbentes.

Se sabe que por cada caso reconocido en atención primaria hay 20 casos que no lo están. Otros estudios muestran que casi dos tercios de los pacientes sufren incontinencia durante más de 2 años antes de consultar por primera vez a un especialista y que sólo se investiga un tercio de las incontinencias. Son varias las razones que pueden explicar esto:

  • Con demasiada frecuencia la incontinencia urinaria se considera, tanto por parte de los profesionales como de los propios pacientes o familiares, una consecuencia normal e inevitable del envejecimiento o algo propio de la mujer. 
  • Existe una creencia muy difundida de que se trata más de un fastidio que de un problema real de salud.
  • Los pacientes pueden tener poca confianza en que el problema sea resuelto por el equipo sanitario, sentir temor ante molestos estudios diagnósticos o avergonzarse de reconocer el problema.
  • Existe un gran desconocimiento sobre el diagnóstico y el tratamiento por parte de los profesionales sanitarios, lo cual genera cierto rechazo de éstos. El personal de enfermería refiere tener poco tiempo para preservar la continencia y manifiestan enormes dificultades para supervisar fichas de incontinencia. A menudo existen problemas para que en los centros haya personal suficiente para el establecimiento de protocolos de incontinencia.
  • Los cuidados y técnicas que se saben eficaces se aplican con escasa frecuencia y se explican poco a los cuidadores para su cumplimentación.
Fuente: Mapfre

martes, 20 de octubre de 2015

Enfermedad pulmonar obstructiva crónica - EPOC

La enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) no es una sola enfermedad, sino un concepto general que designa diversas dolencias pulmonares crónicas que limitan el flujo de aire en los pulmones. Los términos más familiares 'bronquitis crónicas' y 'el enfisema' son utilizado no más largo, pero ahora se incluyen en la diagnosis de la EPOC.

Los síntomas más comunes son la disnea, o "falta de aliento", una excesiva producción de esputo y una tos crónica. Sin embargo, la EPOC no es sólo la "tos del fumador", sino una enfermedad pulmonar potencialmente mortal que conduce de forma progresiva a la muerte.

Síntomas

Los síntomas más frecuentes de la EPOC son la disnea (falta de aire), la expectoración anormal y la tos crónica. A medida que la enfermedad empeora, pueden hacerse muy difíciles actividades cotidianas como subir unos cuantos escalones o llevar una maleta.

Diagnóstico y tratamiento

La presencia de EPOC se confirma con una prueba diagnóstica, llamada espirometría, que mide la cantidad y la velocidad del aire inspirado y espirado. Como tiene una evolución lenta, generalmente se diagnostica en personas de 40 años o más.

La EPOC no se cura y es esencial dejar de fumar para prevenir la progresión de la enfermedad. Existen varios tratamientos que pueden ayudar a controlar sus síntomas y a mejorar la calidad de vida de los pacientes. Por ejemplo, los medicamentos broncodilatadores pueden mejorar la disnea.

La disponibilidad de opciones terapéuticas para la EPOC varía según los recursos. La OMS ha publicado una directriz1 con recomendaciones específicas para el tratamiento de la EPOC en la atención primaria en entornos con pocos recursos.

Población en riesgo

Antes, la EPOC era más frecuente en el sexo masculino, pero debido al aumento del consumo de tabaco entre las mujeres de los países de ingresos elevados y al mayor riesgo de exposición a la contaminación del aire de interiores (por ejemplo, la derivada de la utilización de combustibles sólidos en la cocina y la calefacción) entre las mujeres de los países de bajos ingresos, en la actualidad afecta casi por igual a ambos sexos.

Más del 90% de las muertes por EPOC se producen en los países de bajos y medianos ingresos, donde no siempre se ponen en práctica o son accesibles las estrategias eficaces de prevención y control.

Factores de riesgo

La EPOC es prevenible. Su principal causa es el humo del tabaco (fumadores activos y pasivos). Otros factores de riesgo son:
  • La contaminación del aire de interiores (por ejemplo, la derivada de la utilización de combustibles sólidos en la cocina y la calefacción).
  • La contaminación del aire exterior.
  • La exposición laboral a polvos y productos químicos (vapores, irritantes y gases).
  • Las infecciones repetidas de las vías respiratorias inferiores en la infancia.

Respuesta de la OMS


La lucha contra la EPOC forma parte de las actividades generales de prevención y control de las enfermedades no transmisibles que lleva a cabo la Organización, cuyos objetivos son:
  • Aumentar la sensibilización acerca de la epidemia mundial de enfermedades crónicas.
  • Crear ambientes más saludables, sobre todo para las poblaciones pobres y desfavorecidas.
  • Reducir los factores de riesgo comunes de las enfermedades no transmisibles, tales como el consumo de tabaco, las dietas malsanas y la inactividad física;
  • Prevenir las muertes prematuras y las discapacidades evitables relacionadas con las principales enfermedades no transmisibles.

El Convenio Marco de la OMS para el Control del Tabaco es una respuesta a la mundialización de la epidemia de tabaquismo y tiene por objetivo proteger a miles de millones de personas de la exposición nociva al humo del tabaco. Es el primer tratado sanitario mundial que ha negociado la Organización Mundial de la Salud y ha sido ratificado ya por más de 180 países.

La OMS también encabeza la Alianza Mundial contra las Enfermedades Respiratorias Crónicas (GARD), una alianza voluntaria de organizaciones, instituciones y organismos nacionales e internacionales que trabajan para alcanzar el objetivo común de reducir la carga mundial de enfermedades respiratorias crónicas y lograr un mundo en el que todos podamos respirar libremente.

Fuentes: OMS

lunes, 19 de octubre de 2015

El cáncer de mama es más letal a partir de los 75 años

Hasta ahora se consideraba que las mujeres más jóvenes tenían más posibilidades de fallecer a causa de cáncer de mama porque, a diferencia de las mayores, es más frecuente que se les diagnostique un tumor con receptor hormonal negativo, más agresivo que el cáncer con receptor hormonal positivo, que se desarrolla más despacio y tiene una buena respuesta al tratamiento hormonal. Sin embargo, una reciente investigación a nivel internacional que ha observado la evolución de 10.000 mujeres posmenopáusicas a las que se les había diagnosticado un cáncer de mama con receptor hormonal positivo (que se considera menos peligroso), ha revelado que el riesgo de morir a causa de la enfermedad se incrementaba hasta un 63 por ciento en aquellas que superaban los 75 años de edad, en comparación con las menores de 65 años.

Los datos del estudio, que se ha publicado en Journal of the American Medical Association, mostraron que el 5% de las mujeres a las que se diagnosticó cáncer de mama antes de cumplir 65 años y el 6% de las que contaban entre 65 y 74 años en el momento del diagnóstico, fallecieron en los cinco años posteriores por culpa del cáncer, mientras que esta cifra aumentaba al 8% si se trataba de mujeres que tenían más de 75 años cuando se detectó la enfermedad.

Los autores del estudio atribuyen esta diferencia en las tasas de mortalidad a que las mujeres más mayores no recibieron tratamientos de quimioterapia y radioterapia tras la cirugía. Así, los investigadores comprobaron que en el caso de las menores de 65 años, el 75% se sometieron a radioterapia, y más de la mitad (51%) recibió un tratamiento con quimioterapia, mientras que en las que superaban los 75 años de edad estos porcentajes se redujeron al 50% en el caso de la radioterapia y tan solo el 5% fueron tratadas con quimioterapia.

Aunque en los últimos años la mortalidad por cáncer de mama ha disminuido significativamente, los investigadores señalan que las mujeres más mayores, y especialmente las que tienen más de 75 años, no obtienen tantos beneficios como las más jóvenes con los tratamientos de quimioterapia y, a consecuencia de su edad, los efectos secundarios de este tipo de terapia generalmente son más graves, por lo que se debe valorar la posibilidad de que un tratamiento demasiado agresivo pueda ocasionar más problemas a la paciente que la enfermedad que padece.

Fuente: Webconsultas.com

viernes, 16 de octubre de 2015

Conociendo la Enfermedad de Paget

En el proceso normal de regeneración ósea se producen de manera continua mecanismos de reabsorción (destrucción) y de síntesis de hueso nuevo, que en el hueso normal deben ser coordinados y dar como resultado un hueso de características normales.

La enfermedad de Paget es una alteración en el proceso de remodelación ósea normal, dando como resultado un hueso con deformidades y anomalías. El esta alteración, el proceso de destrucción ósea (resorción) es superior al normal por un aumento de la actividad de los osteoclastos, dándose como consecuencia una posterior creación excesiva de tejido óseo, de características anormales (deformidad y fragilidad), por un aumento compensatorio de la actividad de los osteoblastos.

Esta enfermedad es relativamente poco frecuente, pero en algunas áreas como en algunas zonas de la Gran Bretaña su prevalencia es superior a la esperada; en África, Japón o en la zona de los países escandinavos su prevalencia es escasa.

Generalmente se presenta en pacientes adultos mayores varones, siendo muy poco frecuente antes de los cuarenta años de edad.

La causa de la enfermedad de Paget es desconocida, aunque se han apuntado diversos orígenes etiológicos, como la influencia genética (algunas formas tienen transmisión autosómica dominante), la infección por virus (paramixovirus) o la combinación de ambas circunstancias.

Esta enfermedad generalmente no da síntomas, y es un hallazgo radiológico casual (huesos en rompecabezas). En los casos en que hay sintomatología, ésta es debida a:
  • Dolor, por la artrosis asociada a la deformidad ósea, sobretodo en la cadera.
  • Sordera, por la afectación de los huesecillos del oído medio.
  • Dolor y neuropatía por estenosis del canal lumbar.
  • Deformidad craneal, que puede producir un aplastamiento de la base del cráneo (platibasia), una hidrocefalia obstructiva y compresión del tronco encefálico.
  • Fracturas, generalmente de los huesos largos y de las vértebras.
  • Degeneración maligna, a sarcoma óseo, en un 0.1% de los casos.
  • Fístulas arteriovenosas por el aumento de la vascularización de los huesos afectados.
El diagnóstico se realiza por la radiología (lesiones típicas, especialmente en la columna vertebral y en el cráneo) y la determinación de un aumento en la determinación de Fosfatasas Alcalinas en sangre. Puede ser útil la realización de una gammagrafía ósea para determinar con mayor precisión los huesos afectados.

Se considera que esta enfermedad tiene una evolución benigna, y algunos fármacos son usados en un intento de controlar las secuelas óseas y generales de la enfermedad.

Fuente: Mapfre

jueves, 15 de octubre de 2015

CEPAL: Hacia 2060 la región tendrá 25% más de habitantes, con más adultos mayores que menores de 20 años

El Director del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE)-División de Población de la CEPAL presentó estas proyecciones en la segunda reunión de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo.
7 de octubre de 2015

El número de habitantes de América Latina y el Caribe pasará de 635 millones en la actualidad a 793 millones en 2061, cuando se espera que la población de 65 años y más ya haya superado a la de menores de 20 años, según explicó hoy Dirk Jaspers, de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL), durante la segunda reunión de la Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo que se celebra del 6 al 9 de octubre en México.

En la primera jornada de trabajos de la reunión, el Director del Centro Latinoamericano y Caribeño de Demografía (CELADE)-División de Población de la CEPAL, Dirk Jaspers, presentó el contexto sociodemográfico regional ante los representantes de gobiernos, organismos internacionales y organizaciones de la sociedad civil que asisten al encuentro.



Según Dirk Jaspers, siguen preocupando los elevados niveles de mortalidad materna y de fecundidad adolescente en la región. Con todo, sí ha habido una disminución de la fecundidad en general y de la mortalidad infantil, así como un incremento de la esperanza de vida, lo que conlleva un cambio en la estructura por edades de la población y supone que en los próximos quince años el bono demográfico actual llegará a su fin en un tercio de los países de América Latina y el Caribe.

De acuerdo con las proyecciones, la población de la región aumentará hasta 793 millones en 2061, cuando alcanzará su nivel máximo para después decrecer. En este siglo los países que más incrementarán su población en términos porcentuales serán Guatemala (de 16 millones en 2015 a 34 millones en 2100), Belice (de 359.000 en 2015 a 677.000 en 2096), Bolivia (de 11 millones en 2015 a 18 millones en 2091) y Ecuador (de 16 millones en 2015 a 25 millones en 2081).

En cuanto a la estructura por edad, en 1988, el número de habitantes de 20 a 64 años superó a la población de menos de 20 años. Este grupo seguirá reduciendo su proporción, de forma que en 2057 la población de 65 años y más superará a la de entre 0 y 19 años. Además, en 2025, el grupo de población en edad activa, de 20 a 64 años, alcanzará su máximo en términos porcentuales y representará casi 60% del total.

Dirk Jaspers apuntó que estos cambios en la estructura etaria tienen implicaciones específicas en las áreas de educación, salud y pensiones.

En términos económicos, el Director del CELADE-División de Población de la CEPAL indicó también que el consumo de la población de 65 años y más superará por primera vez al de los menores de 20 años hacia el año 2030 en Cuba y Chile y hacia 2045 en Colombia, Brasil y México. Finalmente, en 2060 este fenómeno denominado de “economías envejecidas” se habrá extendido a toda la región, con la excepción de Bolivia, Paraguay y algunos países del Caribe.

Respecto a la situación actual, Dirk Jaspers explicó que la región no alcanzó el quinto Objetivo de Desarrollo del Milenio (ODM) sobre mortalidad materna, cuyo plazo de cumplimiento venció este año, ya que en 2013 registró aún 85 muertes maternas por cada 100.000 nacidos vivos, lo que supone una reducción de 39% respecto a 1990, lejos del 75% propuesto.

En cambio, América Latina y el Caribe sí cumplió el cuarto ODM, ya que redujo en dos tercios las muertes de menores de 5 años -de 54 a 18 por cada 1.000 nacidos vivos- entre 1990 y 2013. Aun así, indicó Dirk Jaspers, sigue habiendo brechas tanto por nivel socioeconómico como por grupos étnicos.

En materia de fecundidad, en tanto, la mayoría de países registraba en los años 50 y 60 tasas cercanas a 7 hijos por mujer, mientras que en la actualidad en muchos de ellos esas cifras se sitúan alrededor de 2,5 hijos e incluso en algunos han caído por debajo de la tasa de reemplazo, que corresponde a 2,1 hijos por mujer.

Pese ello, la región sigue mostrando altos niveles de fecundidad adolescente. “Lo que más preocupa es que no hay una tendencia descendente”, apuntó el especialista en temas de población. En la región se registran 75,5 nacidos vivos de madres de 15 a 19 años de edad por cada 1.000 mujeres de esa franja etaria.

Respecto a la migración, los países que tienen la mayor proporción de población viviendo fuera de su territorio son Guayana, Jamaica, Trinidad y Tobago y El Salvador, mientras que en el lado opuesto se encuentran Brasil, Bahamas, Suriname y Argentina, con menos de 3% de población emigrante. Se estima que hacia el año 2010 unos 28,5 millones de latinoamericanos y caribeños vivían fuera de sus países de origen.

Las cifras presentadas hoy servirán de contexto para analizar durante las próximas dos jornadas el aporte de la guía operacional elaborada para implementar el Consenso de Montevideo sobre Población y Desarrollo, aprobado en 2013 y que incluye medidas sobre infancia y adolescencia, envejecimiento, salud sexual y reproductiva, igualdad de género, migración, desigualdad territorial, pueblos indígenas y afrodescendientes.

Por otra parte, el Gobierno de México, que a través del Consejo Nacional de Población (CONAPO) –encabezado su Secretaria General, Patricia Chemor- coorganiza junto a la CEPAL esta reunión, asumió hoy la Presidencia de la Mesa Directiva de la Conferencia Regional en reemplazo de Uruguay, quien estuvo al frente desde 2013. La Conferencia Regional sobre Población y Desarrollo de América Latina y el Caribe es un órgano subsidiario de la CEPAL y celebra sus encuentros cada dos años.

Fuente: CEPAL

Las zanahorias sí son buenas para los ojos a medida que envejecen, según un estudio

Las verduras de hoja y las verduras con colores brillantes, como los pimientos naranjas, también ayudan a prevenir la degeneración macular

Quizá sus padres le hayan dicho: "Come zanahorias, son buenas para los ojos", y un nuevo estudio sugiere que no iban desencaminados.

Los pigmentos llamados carotinoides (que dan un tono rojizo o anaranjado a las zanahorias, los boniatos y los pimientos naranjas, o el color verde oscuro a las espinacas, el brócoli y la col rizada) podrían ayudar a prevenir la afección de la vista asociada con la edad que se conoce como degeneración macular, según los investigadores.

Aunque el estudio no puede demostrar una relación causal, un experto en el cuidado de la vista no se sorprendió al ver los hallazgos. 

"Le digo a mis pacientes que consumir fruta y verdura es muy importante para la salud de los ojos, y este estudio valida esa idea", dijo el Dr. Paul Bernstein, profesor de oftalmología y ciencias de la visión en la Facultad de Medicina de la Universidad de Utah, en Salt Lake City. 

La degeneración macular asociada con la edad (DMAE) es una de las causas más habituales de pérdida de visión, especialmente en las personas mayores. Afecta a la mácula, la parte central de la retina, y puede llevar a reducciones en la visión aguda central e incluso a la ceguera, según los expertos. 

Los científicos ya han vinculado una variedad de factores a esta afección, incluyendo la genética, fumar y la alimentación, dijo Bernstein, que no participó en el nuevo estudio. Pero el tratamiento para la DMAE podría estar limitado en función del tipo de degeneración macular que contraiga una persona, señaló. 

Las investigaciones anteriores han aportado unos hallazgos contradictorios sobre los vínculos entre los carotinoides y la degeneración macular, según los investigadores. De modo que, un equipo dirigido por Joanne (Juan) Wu, estudiante de postgrado en epidemiología nutricional en la Facultad de Salud Pública de la Universidad de Harvard, en Boston, intentó comprender mejor cualquier conexión que pudiera haber. 

En el nuevo estudio, el equipo de Wu observó los datos de unas encuestas de salud que examinaron a personas de a partir de 50 años de edad (más de 63,000 mujeres y casi 39,000 hombres) de 1984 o 1986 hasta 2010. Los participantes eran enfermeras y otros profesionales de la atención sanitaria. 

En general, aproximadamente el 2.5 por ciento de los participantes contrajeron formas intermedias o avanzadas de la afección del ojo durante los años que duró el estudio. 

El equipo de Wu halló que las personas que consumieron los niveles más altos de carotinoides denominados luteína y zeaxantina tenían un riesgo un 40 por ciento más bajo de contraer una forma avanzada de DMAE que las que menos comieron. 

"Otros carotinoides, incluyendo la beta-criptoxantina, el alfa-caroteno y el beta-caroteno, también podrían tener un papel protector", añadió Wu. Las personas que consumen la mayor cantidad de estos carotinoides (que se encuentran en alimentos como las zanahorias y los boniatos) tenían un riesgo entre un 25 y un 35 por ciento más bajo de contraer la forma avanzada de la enfermedad, según los hallazgos. 

Pero los investigadores no encontraron ningún vínculo entre los carotinoides y la forma intermedia de degeneración macular. 

La luteína se encuentra en los huevos y en las verduras de hoja oscura, como el brócoli, la col rizada y las espinacas, dijo Bernstein. La zeaxantina es más difícil de encontrar en la dieta, dijo, pero se puede obtener a partir del maíz, los pimientos anaranjados y las bayas de Goji. 

Wu indicó que tanto la luteína como la zeaxantina se concentran en la mácula, donde se cree que la protegen de los daños producidos por el oxígeno y la luz. 

Bernstein advirtió que el estudio tiene algunas debilidades. Se basa en lo que las personas recuerdan haber comido en su dieta, dijo, y no examina los niveles de carotinoides que realmente llegaron al cuerpo y a los ojos. Aun así, alabó la investigación. 

¿Los complementos de carotinoides serían de ayuda? Bernstein dijo que a menudo recomienda complementos nutricionales para las personas con formas intermedias y avanzadas de degeneración macular, pero no está demostrado que ayuden a las personas que puedan estar en riesgo de contraer la afección. 

Pero comentó que una dieta rica en frutas y verduras es importante, sobre todo de verduras coloridas. Consuma varias porciones al día, aconsejó. 

"Las personas que solamente consumen dos porciones al día son las que nos preocupan", dijo Bernstein. 

El informe aparece en la edición en línea del 8 de octubre de JAMA Ophthalmology.

Fuente: Healthfinder

miércoles, 14 de octubre de 2015

Escuchar música clásica dos veces al día mejora la calidad de vida de las personas con angina de pecho

Un estudio llevado a cabo en Sri Lanka concluye que la musicoterapia mejora significativamente la puntuación de una encuesta que valora aspectos como la función física, el dolor, la salud general, la vitalidad o la salud mental. 

La música clásica mejora la calidad de vida de enfermos cardiovasculares, concretamente mejora la situación de personas con angina de pecho estable, según un estudio realizado por investigadores asiáticos, que observó una gran mejoría cuando los pacientes escuchaban esta música dos veces al día durante un período de un mes. 

La investigación, que ha sido publicada en International Journal of Clinical Medicine,  fue llevada a cabo por el Ministerio de salud Sri Lanka, y diversas instituciones médicas de ese país, evaluó la calidad de vida de un total de 60 pacientes entre 45 y 65 años a los que se les había diagnosticado una angina estable. 

Para ello, los participantes realizaron un test previo a la realización del estudio y otro una vez finalizado el tratamiento indicado por los investigadores. El test, validado médicamente, valora ocho ámbitos distintos de la calidad de vida de las personas: la función física, el rol físico, el dolor, la salud general, la vitalidad, la función social, el rol emocional y la salud mental. 

Los participantes del estudio se aleatorizaron en 2 grupos, a 30 de ellos se les indicó, además de seguir con su tratamiento médico habitual, escuchar un disco de 22 minutos que contenía música clásica india dos veces al día y durante un mes. A la otra mitad de los participantes únicamente se les indicó mantener su tratamiento médico habitual durante el mismo período. 

Al finalizar el tratamiento, todos los participantes repitieron la misma encuesta que habían realizado antes de empezarlo. Así, y tras la evaluación de los resultados obtenidos, se observó que aquellos participantes que habían seguido el tratamiento con música mejoraban significativamente la puntuación de los ocho aspectos de la encuesta, mientras que los pacientes del grupo de control (los que únicamente llevaron a cabo el tratamiento médico habitual) no solo no mejoraron su puntuación sino que registraron peores resultados en gran parte de los aspectos valorados, a excepción del dolor corporal y la salud general. 

Para los pacientes que escucharon música clásica, el cómputo global de la encuesta que pone nota a la calidad de vida pasó de obtener una puntuación de 54, 1 antes del tratamiento, a un 75, 7 tras el mes en que incorporaron las audiciones musicales. Sin embargo, para el grupo de control la calidad de vida empeoró pasando de un 55, 9 a una puntuación de 51, 2. Con ello, los investigadores concluyeron que la terapia musical, siempre junto al tratamiento médico habitual, puede ayudar a mejorar significativamente la calidad de vida de los pacientes. 

Beneficio terapéutico

Este estudio, del que se hace eco Fundación Española del Corazón (FEC), sugiere que, tal como indican algunos estudios publicados anteriormente, la música clásica puede ayudar a mejorar la calidad de vida de las personas que sufren enfermedades cardiovasculares. 

"La música tiene efectos sobre las emociones, que a su vez se traducen en cambios biológicos como la disminución de hormonas de estrés, la reducción de la frecuencia cardíaca o la reducción de la tensión arterial. Buscar cambios biológicos favorables que reduzcan el estrés puede tener un beneficio terapéutico", explica la miembro de la Fundación Española del Corazón (FEC) y Cardiólogo de la Unidad de Rehabilitación Cardiaca del Hospital Universitario la Paz de Madrid, la doctora Regina Dalmau. 

Lo cierto es que la musicoterapia se ha tratado de explorar en muchas terapias. Demostrar los efectos biológicos de la musicoterapia a nivel experimental puede resultar difícil, y siempre habrá alguien que ponga en duda la metodología de estos estudios. "Pero lo que está claro es que la música, al que le gusta, le produce placer y emociones positivas y eso se traduce en mejoría de la calidad de vida", advierte. 

Un estudio anterior, publicado en febrero de 2015 y realizado en Ohio, en Estados Unidos, llega a la conclusión que la música puede provocar cambios significativos en la frecuencia cardiaca del corazón. Para ello, los investigadores sometieron a 24 alumnos de instituto a sesiones musicales de diferentes estilos musicales. 

En este caso, los participantes escucharon 30 segundos de música clásica, electrónica, jazz, folk, rhythm and blues y rock. Tras cada una de las sesiones se evaluó la frecuencia cardiaca y se observó que tras las audiciones de música clásica se producía un significativo descenso de la frecuencia cardíaca mientras que ésta incrementaba tras escuchar la sesión de rock o el género musical preferido de cada uno de los participantes en el estudio. 

Fuente: Infoned

martes, 13 de octubre de 2015

Informe ADI (Alzheimer Disease International)

La demencia en el conjunto de las Américas aumentará de 9,4 millones a casi 30 millones de personas en 2050. En respuesta, la Organización Panamericana de la Salud (OPS) adopta Plan Regional hito de Acción sobre Demencia.

La Organización Panamericana de la Salud (OPS), (OMS) la agencia de la Organización Mundial de la Salud para las Américas, se ha convertido en la primera región en adoptar un Plan de Acción Regional sobre la demencia.

Durante la 67ª sesión del Comité Regional de la OMS para las Américas, celebrada a principios de octubre en Washington DC, los representantes de la OPS países votaron por unanimidad a favor del Plan de Acció
El Plan Regional de la OPS de Acción sobre Demencia obliga a los países a elaborar planes nacionales de demencia, incluyendo la promoción de estrategias de reducción de riesgo a través de programas de salud pública, lo que garantiza un enfoque basado en los derechos a la prestación de atención y apoyo a personas que viven con demencia y una mejor formación para profesionales de la salud, así como más fondos para la investigación.

Hemos logrado una gran victoria, la Organización Panamericana de la Salud (OPS), la región de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para las Américas, votó por unanimidad para adoptar un punto de referencia del Plan de Acción Regional sobre la demencia.

¿Qué es el Plan Regional de la OPS de Acción sobre la demencia?

El Plan Regional de la OPS de Acción sobre mandatos Demencia gobiernos de todo el continente americano a tomar medidas en una serie de iniciativas específicas que aparecen en este plan. Además, proporcionará una nueva y poderosa oportunidad para nuestros miembros en todo el continente americano (re) a comprometerse con el liderazgo político en sus respectivos países y la convocatoria de nuevas medidas sobre la demencia. Las líneas de acción incluyen la formulación de planes o estrategias nacionales, la promoción de estrategias de reducción de riesgos, lo que garantiza un enfoque basado en los derechos a la prestación de atención y apoyo a personas que viven con demencia, implementar un sistema de calidad de la atención a largo plazo, la mejora de la investigación y la capacidad de vigilancia y una mejor formación para los profesionales de la salud, así como más fondos para la investigación.

¿Por qué es importante?

Este logro no sólo es importante para las Américas, también es muy importante para otras regiones de la OMS, que esperamos decidan desarrollar sus propios planes regionales. La adopción de este plan de la OPS apoya el Llamado a la Acción ‘acordado en marzo por 80 países en la Conferencia Ministerial de la OMS sobre la lucha mundial contra la demencia y de la OMS para poner esto en la agenda de la reunión del Comité Ejecutivo 01 2016.

Nuestra política de Asesores Mike Splaine y Kate Gordon han descrito esta victoria “, como el compromiso más importante por una agencia de salud pública para hacer la demencia una prioridad”.

La demencia en las Américas

El Informe Mundial sobre el Alzheimer 2015 reveló que hay más de 9,4 millones de personas que viven con demencia en la región de las Américas, que se espera triplicar a 29,9 millones en 2050. América Central también se espera que experimente el mayor aumento en los costos de demencia entre ahora y la mitad del siglo, un aumento del 348%. El costo regional de
demencia en las Américas se estima en US $ 315 millones de dólares, comparable con el valor de mercado de Google (368 mil millones de US $).

El Informe Mundial sobre el Alzheimer 2015 esta en ingles y lo pueden encontrar desde el siguiente enlace: http://www.worldalzreport2015.org/

lunes, 12 de octubre de 2015

Las Nuevas Tecnologías y el Adulto Mayor

Como usuarios de las tecnologías de la información y la comunicación (TIC), los adultos mayores tienen necesidades y demandas similares a las de las personas de otras edades, es decir, requieren tecnología útil, funcional, fácil de manejar y significativa.

Su acceso a ésta sigue las mismas reglas que en los otros grupos, como su poder adquisitivo o capacidad de manejo, entre otras.

Según las estadísticas mundiales, la mayoría de usuarios de computadoras y de Internet oscila entre los 6 y 20 años de edad y nació en la era de las telecomunicaciones; por el contrario, los usuarios mayores de 60 años son minoría; no obstante, cada vez son más, lo que ayuda a disipar el estereotipo occidental hacia este grupo poblacional ya que demuestra su capacidad para continuar aprendiendo y adaptándose al envejecimiento.

¿Por qué aprender el uso de la computadora e Internet en la tercera edad?

Al igual que en otros sectores de la población, la computadora es una herramienta que les ofrece a los adultos mayores enormes beneficios como medio de interacción social y cultural, entretenimiento, actividad laboral y formación, entre otros.

Hay evidencias de que existe un efecto negativo del empleo de computadoras y de Internet en el bienestar psicológico de niños, adolescentes y adultos jóvenes que contradicen los beneficios que proporcionan a los adultos mayores.

Basta mencionar que con estas herramientas no importa el espacio físico ni el tiempo, por lo que el adulto mayor se puede relacionar, informarse, comprar, vender, realizar trámites y llevar a cabo otras actividades a pesar de tener algún tipo de incapacidad que le impida el movimiento.

Con la computadora, tampoco son problemas la distancia, los horarios, los cambios climáticos ni otros inconvenientes que son resultado de su edad.

Estas tecnologías permiten a los ancianos aumentar y mejorar su desarrollo individual y social, así como optimizar su calidad de vida desde los puntos de vista técnico, económico, político y cultural. Mente sana en cuerpo sano, y por lo tanto las actividades intelectuales apoyan y aumentan la autonomía en la edad avanzada, por lo que se consideran un factor protector contra una vejez decadente.

Las aplicaciones de Internet, como el correo electrónico y el acceso en línea a recursos de información, les proporcionan ventajas particulares, pues el dominio de estas habilidades aumenta su nivel de autoestima.

En la actualidad, es en Internet donde hay más información a disposición de los usuarios; basta dar un clic para que aparezcan cientos de archivos, bibliotecas o bases de datos de diversos temas, lo que permite que el adulto mayor se mantenga informado, actualizado y forme parte de una sociedad en constante evolución sin sentirse marginado.

Uno de los mayores beneficios que los usos de la computadora proporciona al adulto mayor es que lo ayuda a superar el miedo a la soledad y al aislamiento de sus familiares.

En el ciberespacio aumenta su posibilidad de interactuar y su autonomía personal y social. Por estas razones, en Internet se han creado espacios especiales para este grupo de edad con la finalidad de desarrollar las relaciones interpersonales y el contacto con su entorno. También fomenta las relaciones intergeneracionales, pues el anciano descubre intereses comunes con sus familiares más jóvenes, permitiéndole pasar con ellos muchos ratos agradables.

¿Para qué usa una computadora el adulto mayor?

Las razones por las que los adultos mayores aprenden el uso de la computadora son diversas, como adquirir nuevos conocimientos y elevar la autoestima; otras responden a necesidades más concretas, como prepararse para ayudar a sus hijos o nietos en sus estudios, conseguir un nuevo empleo o mantenerse en el actual. Una vez que dominan una computadora, la utilizan como herramienta de cálculo, escritura, comunicación, información de interés, aprendizaje continuo, entretenimiento.

Además, a menudo visitan sitios de charla para encontrar nuevos amigos o intercambiar información sobre sus pasatiempos.

Barreras por romper

Mientras experimentan la disminución de sus relaciones sociales y la pérdida de movilidad física durante el envejecimiento, muchos ancianos sienten que son incapaces de aprender a usar las computadoras y la Internet.

Como nunca han estado expuestos a estas nuevas tecnologías, ni idea tienen que les ayudarán en la ampliación de su red social.

A veces creen que su uso nada les aportará de novedoso a sus rutinas; por ejemplo, piensan que no hay quien reciba sus correos electrónicos o no saben a quién preguntar sobre cuestiones técnicas.

Otra de las desventajas del uso de las TIC es que aún son económicamente inaccesibles para este grupo de edad debido a sus escasos ingresos, pues en muchos casos dependen de las pensiones de jubilación o de aportaciones que les dan sus familiares.

Los adultos mayores también afrontan numerosas restricciones físicas y mentales, algunas de ellas relacionadas con la edad, como la disminución de la capacidad visual, la pérdida de la memoria de corto plazo o el número creciente de enfermedades crónico-degenerativas, como la artritis.

Estos padecimientos propios de la edad plantean todavía más obstáculos a vencer en el proceso de aprender y dominar las TIC. Aunado a esto, con frecuencia experimentan niveles más altos de ansiedad y tienen actitudes menos favorables que la gente más joven debido a sus niveles más altos de ácidos sin grasas, indicadores de la respuesta metabólica del cuerpo humano al estrés.

Algunas actividades con los dispositivos de entrada como el ratón causan dificultades a los adultos mayores, como las simples acciones de arrastrarlo, hacer clic o doble clic o mover objetos. El diseño poco amigable de las pantallas, los programas o las páginas de Internet, así como el tamaño pequeño de la fuente, el uso de menús desplegables o un fondo pobre en color los confunde o frustra. Incluso hay impedimentos culturales lingüísticos relacionados con la terminología de las computadoras.

Como se aprecia, todos estos obstáculos se centran en la accesibilidad estructural y limitan a numerosos ancianos en el manejo de las computadoras y la Internet.


A pesar de todo…

… hay solución. Muchas de las inconveniencias, restricciones, molestias o discapacidades no son impedimentos para usar la computadora o la Internet. Existen en la actualidad diversas maneras de resolverlos gracias a que la tecnología se ha vuelto más amigable, flexible y fácil de operar.

Para su manipulación, lo único que se exige a los usuarios novatos, incluidas las personas de la tercera edad, son conocimientos técnicos básicos.

Un ejemplo son los recursos de accesibilidad incluidos en el sistema operativo Windows, uno de los más utilizados en el mundo. Mediante estos recursos se puede mejorar la accesibilidad para usuarios con discapacidades leves, ya sea motoras, auditivas o visuales, sin necesidad de software o hardware adicionales.

Con sólo agregar una interfaz especial de entrada y salida a la computadora, quienes padecen deficiencia motora diseñan y escriben cartas o informes de acuerdo con las características de su problema.

Así, una persona tetrapléjica se comunica con la computadora a través del lenguaje, con los movimientos de su cabeza y usando un casco especial; de igual forma puede emplear el ratón.

La salida de información en la computadora es la mayor dificultad que enfrentan las personas con deficiencia visual. Para solucionar este problema hay mecanismos que conectan sistemas alternativos al monitor y permiten así la sustitución de imágenes por sonidos, o una línea en la modalidad Braille (táctil, de forma que se compruebe lo que se escribe).

Las impresoras Braille hacen posible que la persona con déficit visual verifique tanto lo que captura en la computadora como el resultado de su trabajo. Alguien con discapacidad auditiva usa la computadora tan bien o tan mal como cualquier otra persona, pues el elemento más utilizado para recibir la información es la pantalla, y por tanto no necesita adaptaciones especiales.

Las personas mayores trabajan con ella sin problemas; en caso de recibir mensajes sonoros, se sustituyen con señales visuales.

Con relación al aspecto económico, no es necesario comprar una computadora para ser usuario, pues en la actualidad hay diversas opciones, como los negocios de Internet o las instituciones que ofrecen este servicio gratuitamente a los adultos mayores; ejemplo de esto en México es el Instituto Nacional para el Adulto Mayor (INAPAM).

En fin, la definición de usuarios adultos mayores de las TIC, así como la interpretación de sus necesidades y demandas, están caracterizadas por prejuicios, métodos insuficientes y reflexiones mal desarrolladas sobre las perspectivas del envejecimiento y de la tecnología.

Entre otras creencias, existe la idea de que los adultos mayores tienen dificultad para manejar este tipo de herramientas o genera en ellos adicción.

No obstante, también se espera que pronto haya resultados positivos y el panorama cambie, ya que hay un gran interés entre los productores, investigadores, diseñadores, proveedores y otros actores involucrados sobre el uso de la tecnología para el adulto mayor.

Dos factores claves para ello son la necesidad de cooperación entre diferentes actores y la adopción de enfoques multidisciplinarios en la investigación sobre el envejecimiento y la tecnología.

El uso creciente de las computadoras y de la Internet ha transformado profundamente las vidas de los adultos mayores en cuanto a su salud y posibilidades de entretenimiento, entre otras cosas.

El conocimiento de la informática no sólo compensa la disminución de las capacidades físicas y mentales relacionadas con la edad, también desempeña un papel importante en la prolongación de la vida independiente y el mejoramiento de la calidad de vida.

Gran parte de los adultos mayores de hoy poseen niveles de escolaridad medios o bajos, no tienen contacto con la tecnología informática o su posibilidad de acceso es mínima por sus altos costos.

Por todo lo anterior, se deben diseñar estrategias que permitan acercar al adulto mayor al uso de las computadoras y de Internet.

Dentro de veinte o treinta años, las circunstancias que rijan el uso de la computadora por el adulto mayor serán completamente diferentes, pues muchos de nosotros perteneceremos a este grupo de edad y por diversas razones hemos aprendido el uso de una.

Ahora nuestros esfuerzos se deben centrar en crear las condiciones necesarias para que la informática sea un recurso accesible y fácil de manejar por el adulto mayor, el de hoy y el de mañana.

El Internet ofrece enormes posibilidades para los adultos mayores, pero lamentablemente supone un reto si lo que se pretende es su acceso.

El derecho de todos los ciudadanos sin excepción a la información y a la comunicación nos hace compartir la idea de que el acceso pleno de las personas adultas mayores a la sociedad de la información y a las nuevas tecnologías debe tener como finalidad favorecer su integración social y mejorar su calidad de vida, al ser una de las formas definitivas que derribe las barreras con las que diariamente se enfrentan.

Fuentes: SDPnoticias

 
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