Bienvenidos a nuestra Blog

Blog oficial de la Escuela Profesional de Gerontología de la Universidad Alas Peruanas en Lima Perú.

Nuestra Escuela de Gerontología

Conoce más sobre nuestra Escuela de Gerontología

Perfil Profesional del Gerontólogo UAP

Descubre el perfil del egresado de la Escuela Profesional de Gerontología de una Universidad Alas Peruanas.

miércoles, 30 de septiembre de 2015

Conociendo la Osteoporosis

Se trata de una enfermedad que algunos autores han definido como una auténtica epidemia; una epidemia silenciosa que supone numerosos costes personales y sociales, fundamentalmente derivados de su principal consecuencia: las fracturas óseas. Esta enfermedad afecta a un número considerable de individuos (se calcula que en España hay aproximadamente tres millones de personas con osteoporosis), siendo más frecuente entre los adultos y los adultos mayores. La consecuencia más temida en la osteoporosis es la fractura y, secundariamente, la dependencia, formando un problema sociosanitario y económico de primera magnitud.

La osteoporosis es una enfermedad donde se da una pérdida progresiva de la masa ósea que, unida a alteraciones en la microarquitectura del hueso, provoca una mayor fragilidad, menor resistencia a las fuerzas, y por lo tanto un aumento del riesgo de fracturas, que se pueden producir ante un mínimo traumatismo o incluso de forma espontánea.

Las causas y factores de riesgo para el desarrollo de la osteoporosis son:
  • El envejecimiento. En sí mismo implica una reducción de la masa ósea por ralentización del propio metabolismo. Asimismo, la sarcopenia, la pérdida de masa de músculo esquelético, implica una reducción ósea por suponer un menor estímulo de los huesos con el movimiento.
  • Menopausia. La disminución de la cantidad de estrógenos producidos en los ovarios se ve drásticamente reducida tras la menopausia. Esta hormona es necesaria para mantener un nivel óptimo de calcio en los huesos.
  • Pobre ingesta de calcio. Especialmente tras la menopausia hay una mayor pérdida de calcio por la orina. Si la cantidad eliminada no se repone correctamente habrá un desequilibrio, lo que facilitará una disminución de la masa ósea rápida y por lo tanto la aparición de osteoporosis.
  • Hidratación y mineralización. La escasa ingesta de agua y minerales en muchos casos hace que disminuya la masa ósea. No sólo es necesario el aporte de calcio en la dieta, sino su equilibrio proporcionado con el magnesio y el fósforo como principales minerales.
  • Dietas inadecuadas. Relacionadas con distintos problemas, que harán que exista un desequilibrio en la ingesta de macro y micronutrientes.
  • Inmovilización prolongada. La forma de poder generar hueso es continuar con una vida activa y una musculatura acorde, que estimule la formación y el fortalecimiento de los huesos. Esta acomodación de hábitos sumado a muchas enfermedades y dolencias de la vejez que obligan a la población mayor a permanecer encamados o por largos períodos inactivos, hace que se acentúe el problema de la osteoporosis.
  • Poca exposición al sol y alteraciones hepáticas o renales. Todas ella son causas de disminución en la adquisición, metabolismo y acción de la vitamina D, básica para la fijación del calcio en el tejido óseo y para su formación.
  • Fármacos. A medida que se envejece, aumentan las necesidades de utilizar medicamentos durante largos periodos de tiempo o de forma crónica. Muchos de ellos producen como efecto adverso la pérdida de masa ósea, como son los corticoides usados en tratamientos de enfermedades crónicas. Otros fármacos que pueden favorecer la pérdida de masa ósea son los diuréticos y ciertos fármacos anticonvulsivos.
  • Uso de tabaco y alcohol. Se ha observado una mayor frecuencia de osteoporosis cuando se presenta el consumo de dichas sustancias.

La osteoporosis es en las primeras fases una enfermedad asintomática, mientras que en las fases avanzadas aparece:
  • Dolor o sensibilidad ósea.
  • Fracturas con poco o ningún traumatismo.
  • Pérdida de estatura.
  • Lumbalgias o cervicalgias debido a fracturas de los huesos de la columna.
  • Postura encorvada o cifosis.

Diagnóstico

El diagnóstico de la osteoporosis se realiza de forma indirecta a través de métodos radiológicos, ya que el estudio directo histológico de una muestra de tejido óseo a través de una biopsia queda fuera de la práctica clínica rutinaria.

Los métodos radiológicos son muy diversos pero se pueden resumir en la utilidad de las radiografías convencionales de huesos y en la densitometría ósea. La radiografía convencional tiene una baja sensibilidad en la detección de este proceso, ya que es necesario una pérdida de al menos un 30 % de la masa ósea para detectar la osteoporosis en ciertos huesos. La densitometría ósea es una técnica específica que permite medir la densidad mineral ósea. Confirma y diagnostica la osteoporosis, y con ella se puede seguir a los pacientes en su evolución y su respuesta a los tratamientos.

Existen numerosas pruebas bioquímicas determinadas en análisis rutinarios que estudian el estado metabólico del hueso y que tienen su utilidad sobre todo en la osteoporosis secundaria. 
En la osteoporosis es fundamental la prevención, ya desde antes de entrar en la tercera edad, para evitar la evolución de la enfermedad hacia fases avanzadas y de difícil solución. Para ello es recomendable:
  • Hacer ejercicios adecuados y acordes a cada persona. En éstos es necesaria la combinación de ejercicios aeróbicos junto con algunos de impacto suave, para estimular la incorporación de calcio en la matriz ósea, disminuir la destrucción ósea y aumentar la formación de hueso nuevo.
  • Baños de sol. Ayudan a formar en la piel la vitamina D, fundamental en el metabolismo del calcio, teniendo en cuenta las precauciones de no someterse a exposiciones largas en horas de máxima insolación y de temperaturas altas y asegurar una buena hidratación.
  • Ingesta de nutrientes adecuada. En especial asegurar la ingesta de calcio en la dieta, así como proteínas y otros nutrientes como magnesio y fósforo.
Los objetivos del tratamiento de la osteoporosis son:
  • Controlar el dolor asociado a la enfermedad.
  • Retardar o detener el proceso de pérdida ósea.
  • Prevenir fracturas con medicamentos que fortalezcan el hueso.
  • Minimizar el riesgo de caídas que podrían causar fracturas.
Existen diferentes tratamientos para la osteoporosis, incluyendo cambios en el estilo de vida y una diversidad de medicamentos. Los medicamentos se utilizan para fortalecer los huesos cuando:
  • Se ha diagnosticado osteoporosis por medio de un estudio de densidad ósea.
  • Se ha diagnosticado osteopenia (huesos delgados, pero no osteoporosis) por medio de un estudio de densidad ósea, si se ha dado una fractura de hueso.

Los bifosfonatos son los principales fármacos empleados tanto para prevenir como para tratar la osteoporosis en mujeres posmenopáusicas. 

Los bifosfonatos tomados por vía oral incluyen alendronato, ibandronato y risedronato, que se toman generalmente una vez a la semana o una vez al mes.

La calcitonina se presenta en aerosol nasal e inyectable. Es un medicamento que retarda la velocidad de la pérdida ósea y alivia el dolor óseo.

Los principales efectos secundarios de la calcitonina son la irritación nasal en la presentación en aerosol y náuseas en el caso de la presentación inyectable.

Los estrógenos ya casi no se utilizan para prevenir la osteoporosis. No están aprobados para tratar a mujeres postmenopáusicas con osteoporosis debido a que conllevan un aumento inaceptable del riesgo de padecer una neoplasia ginecológica.

La teriparatida, un derivado de la hormona paratiroidea, está aprobada para el tratamiento de las mujeres posmenopáusicas que tengan osteoporosis severa y se considere que presenten un alto riesgo de sufrir fracturas. El fármaco se administra a través de inyecciones diarias subcutáneas y la misma paciente se las puede aplicar en la casa.

El raloxifeno se utiliza para la prevención y el tratamiento de la osteoporosis. El raloxifeno puede reducir el riesgo de fracturas de la columna en casi el 50%; sin embargo, no parece prevenir otras fracturas, incluyendo las de la cadera. El efecto secundario más serio del raloxifeno es un pequeño riesgo de coágulos sanguíneos en las venas de las piernas (trombosis venosa profunda) o en los pulmones (embolia pulmonar).

El ejercicio regular puede reducir la probabilidad de fracturas óseas en personas con osteoporosis, tanto por el aumento de la masa ósea como por la disminución del riesgo de caídas. Algunos de los ejercicios recomendados son:
  • Ejercicios de soporte de peso: caminar, correr suavemente, jugar al tenis, bailar.
  • Ejercicios de resistencia: pesas libres, máquinas de pesas, bandas de caucho para hacer estiramientos.
  • Ejercicios de equilibrio: taichí, yoga
  • Montar en bicicleta estática.
  • Utilizar máquinas de remos.

Se debe consumir al menos 1.200 miligramos de calcio al día y de 800 a 1.000 unidades internacionales de vitamina D. Si no se pueden asegurar estas cantidades se recomendarán suplementos tanto de calcio como de vitamina D. Son alimentos ricos en calcio:
  • Queso y otros productos lácteos.
  • Hortalizas de hoja verde, como espinacas y col rizada.
  • Leche baja en grasa.
  • Salmón.
  • Sardinas (con las espinas).
  • Tofu (queso de soja).
Fuente: Mapfre

martes, 29 de septiembre de 2015

El ejercicio podría ayudar a mantener ágil la mente de las personas que envejecen

Un estudio encontró que las personas de edad avanzada que eran más activas mostraban una mayor actividad en escáneres cerebrales. 

El ejercicio regular podría ayudar a las mentes de las personas mayores a permanecer tan ágiles como sus cuerpos, encuentra un estudio reciente. 

El estudio incluyó a cien personas de 60 a 80 años de edad que usaron monitores para registrar sus niveles de actividad física durante una semana. Los participantes también se sometieron a  Imagen por Resonancia Magnética (IRM) para medir los niveles de oxígeno en la sangre y para evaluar la actividad cerebral en reposo. 

Los que hacían ejercicio entre moderado y vigoroso tenían una actividad cerebral más variable en reposo que los que eran menos activos, encontraron los investigadores. 

"En un estudio anterior, mostramos que en algunas de las mismas regiones del cerebro, las personas que tienen una mayor variabilidad cerebral también presentaban un mejor rendimiento en tareas cognitivas [mentales] complejas, sobre todo en tareas de inteligencia y memoria", comentó en un comunicado de prensa de la Universidad de Illinois en Urbana-Champaign la colíder del estudio, Agnieszka Burzynska. 

Burzynska era investigadora postdoctoral en la universidad cuando llevó a cabo el estudio, y ahora es profesora de la Universidad Estatal de Colorado. 

Los investigadores también encontraron que los adultos mayores más activos tenían una mejor estructura en la materia blanca del cerebro que los que eran menos activos. Las fibras de materia blanca portan impulsos nerviosos y conectan distintas regiones del cerebro entre sí. 

El estudio aparece en una edición reciente de la revista PLoS One. 

Los hallazgos sugieren una nueva forma de evaluar la salud de los cerebros de las personas a medida que envejecen, según Burzynska. 

"Deseamos saber cómo el cerebro se relaciona con el cuerpo, y cómo la salud física influye sobre la salud mental y del cerebro en el envejecimiento", planteó. "Pero en lugar de una medida estructural, estamos tomando una medida funcional de la salud del cerebro. Y estamos viendo que seguir los cambios en los niveles de oxigenación de la sangre a lo largo del tiempo es útil para predecir el funcionamiento cognitivo y la salud física en el envejecimiento".

Fuentes: University of Illinois at Urbana-Champaign, news release, August 2015
Disponible en: Mayoressaludables

lunes, 28 de septiembre de 2015

Los mayores dependientes tienden a aislarse

Madrid. Las caídas, la incontinencia urinaria o la interdependencia se ha demostrado que merman la confianza de los mayores en sí mismos y pueden desembocar en situaciones de aislamiento por el miedo a no poder desenvolverse con facilidad, según ha explicado el jefe de Sanitas Residencial, el doctor David Curto. 

El envejecimiento está ligado al desgaste de las relaciones sociales y al deterioro de las capacidades físicas y psíquicas, lo cual influye en las actividades cotidianas de los mayores que implican la interrelación con otras personas. 

Estas barreras que les surgen a las personas mayores para relacionarse con otras personas se manifiestan en diversos estados como el de apatía, una situación de indiferencia en el que el individuo no responde a aspectos de la vida emocional, social o física.

Además, estos síntomas se agravan cuando el mayor presenta un cuadro de demencia, ya que estos se presentan con mayor intensidad y de forma mas habitual, lo que incrementa su dependencia de los demás. El doctor Curto ha recomendado "reforzar la red social del mayor, especialmente si este presenta discapacidad o dependencia con el fin de evitar que experimente cambios severos en el rol familiar, social o en sus necesidades de apoyo".

"En el caso de que la red social del mayor no sea la apropiada, su autoestima puede verse seriamente afectada, lo que puede desembocar en problemas más graves. Una actitud flexible es esencial para que los mayores puedan adaptarse a los diferentes cambios y situaciones de su entorno", ha apostillado el doctor Curto.

Por estas razones, es importante que las personas mayores y especialmente las que se encuentran en situación de dependencia se sientan útiles para los demás, y así fomentar la interrelación con otras personas, ya sean sus familiares, amigos o vecinos.

Sin embargo, el doctor ha señalado que esto no suele ser un proceso fácil porque el mayor desarrolla los llamados 'síndromes geriátricos' o patologías de la tercera edad, lo que favorece la depresión o el aislamiento. Esto se traduce en un incremento de las caídas, dolores crónicos o la aparición de la incontinencia urinaria entre otras causas.

"Estas enfermedades son comunes y deben gestionarse correctamente para evitar una repercusión negativa de sus relaciones sociales, dando lugar al aislamiento o la depresión", ha concluido Curto.

Fuente: Infosalus

viernes, 25 de septiembre de 2015

Hidratación en los Adultos Mayores

Los adultos mayores son más susceptibles de tener problemas asociados con los líquidos y la concentración de electrolitos cuando se los compara con otros grupos de población situación que los predispone con mayor frecuencia a un desbalance del agua y sodio. Las personas mayores tienen un menor contenido de agua corporal como resultado de su composición corporal y que se caracteriza por una disminución de la masa magra(músculo) y un aumento de grasa corporal. Aunque la hidratación de la masa magra no es influenciada en sí por la edad, la tendencia a una pérdida de masa muscular con la edad se asocia a un menor contenido de agua en el organismo, que aumenta la susceptibilidad a la deshidratación, especialmente cuando se produce un aumento de la temperatura corporal.

¿Es frecuente la deshidratación en los adultos mayores?

La deshidratación es un problema frecuente en los adultos mayores, ya que su capacidad homeostática se encuentra disminuida y que no le permite regular eficientemente los niveles de líquidos y electrolitos en el cuerpo. Además, numerosos estudios muestran que los adultos mayores en general, no consumen cantidades adecuadas y suficientes de líquidos que les permitiría mantener una adecuada hidratación y una concentración ideal de electrolitos en el plasma.

¿De dónde proviene el aporte de líquidos al organismo?

El aporte de líquidos (agua) proviene de tres fuentes: el consumo de líquidos; el agua de los alimentos y el agua generada en los procesos metabólicos. Las pérdidas de agua pueden ser a través de la piel (sudoración aumentada en ambientes cálidos y fiebre), respiración (enfermedades respiratorias y aumento de esfuerzo físico), gastrointestinales (aumentadas en diarreas) y renales (orina).

¿Por qué el adulto mayor necesita cuidar su hidratación?

Alrededor de la quinta década de la vida, el peso de los riñones empieza progresivamente a bajar, el número de glomérulos intactos disminuye y el número de glomérulos escleróticos aumenta. Esto genera durante el envejecimiento cambios en la función renal que se produce por reducción en la filtración glomerular, una menor capacidad para concentrar orina, sodio y para excretar grandes cantidades de agua. Es decir, un anciano, necesitará mayor cantidad de agua para excretar igual cantidad de sodio y sustancias de desecho que una persona joven.

¿Qué sucede con la sed en el adulto mayor?

A mayor edad también se produce una disminución de la sensación de sed. Los mecanismos parecieran estar relacionados con una menor sensibilidad osmótica (baroreceptores y reflejos cardiopulmonares) y alteraciones en diversos neurotransmisores. Se ha encontrado también modificaciones en receptores orofaríngeos que pueden hacer disminuir el gusto a la ingesta de líquidos. Estudios que comparan personas jóvenes versus adultos mayores en situaciones de privación de agua, muestran que al final del período, los adultos mayores consumen una menor cantidad de agua que los jóvenes, lo que aumenta el riesgo de mantener una osmolalidad elevada en el plasma. La disminución de la sed también se observa en respuesta al estrés por calor y a la deshidratación térmica, aumentando además el riesgo de sufrir una hipertermia.

¿Qué otros problemas favorecen la deshidratación en el adulto mayor?

Los problemas de deshidratación pueden aumentar por la existencia de incapacidades físicas y cognitivas que limiten el acceso al consumo de agua. La presencia de enfermedades acompañadas de fiebre y diarrea son factores que contribuyen al desbalance. El uso de numerosos medicamentos les produce efectos secundarios adversos que alteran la sensación de sed o bien promueven la diuresis, favoreciendo así una deshidratación. Alteraciones como la demencia y el delirio también alteran el consumo de líquidos.

¿Qué síntomas se asocian a la deshidratación del adulto mayor?

La deshidratación y la alteración electrolítica pueden contribuir a la aparición de síntomas clínicos no específicos que deben tenerse presente al momento de examinar un anciano (confusión mental, dolor de cabeza e irritabilidad). También la deshidratación se puede asociar con hipotensión arterial, aumento de la temperatura corporal, por lo que en esos casos siempre debe revisarse la ingesta de líquidos.

¿Cómo se podrían evitar los problemas de deshidratación?

Una manera de evitar la deshidratación, es tener siempre presente que los adultos mayores tienen mayor riesgo de presentarla y aunque no sientan sed ellos deben beber más líquidos o se les debe ofrecer en forma más frecuente algún tipo de bebida. Los líquidos a ofrecer pueden ser diversos tales como sopas, jugos, leche, agua y líquidos saborizados. Estos últimos tienen una mayor aceptación. También es recomendable crear hábitos o rutinas de ingesta de agua u otros líquidos, que aseguren su consumo, por ejemplo beber agua todas las mañanas o beber agua antes de salir a pasear, para aumentar su consumo. El aporte debe ser siempre mayor en climas cálidos o en épocas de veranos para contrarrestar las pérdidas por sudor y por la respiración. Se debe procurar que los adultos mayores permanezcan en ambientes frescos, con ropas claras, livianas y holgadas y en ambientes adecuadamente temperados.

¿Qué líquidos deben evitarse?

Se debe evitar el consumo de líquidos con efecto deshidratante por su efecto diurético como té, café, bebidas cola (por su contenido en xantinas) y alcohol.

¿Qué otros factores pueden contribuir a la deshidratación?

La incontinencia urinaria es un factor que se debe tener presente, ya que para evitarla muchos adultos mayores consumen menos agua, favoreciendo así el desarrollo de una deshidratación.  También se deben revisar los medicamentos recibidos y limitar el uso de los que son estrictamente necesarios considerando que muchos de ellos favorecen la pérdida de líquidos.

¿Cómo se puede controlar la deshidratación en el adulto mayor?

Una forma sencilla de controlar la hidratación en ancianos ambulatorios es observar el color de la orina (orienta acera del grado de concentración), muy oscura significa que hay mayor concentración y debe ingerirse más líquidos o bien se puede observar la frecuencia y la cantidad de orina. La presencia de patologías y la institucionalización de los adultos mayores se ha visto que se asocia a una prevalencia mayor de deshidratación. Por eso, en pacientes hospitalizados el control de la ingesta de líquidos realmente consumidos, la medición de deposiciones, de la cantidad de orina y su densidad (balance hídrico), así como la diferencia de peso del anciano en un período de tiempo, son algunas maneras de tener una orientación acerca del balance hídrico que contribuya a prevenir la deshidratación.

Fuente: Alimentos y salud

jueves, 24 de septiembre de 2015

Siete cosas que no sabías de la carambola

La carambola, a pesar de ser una fruta aún desconocida y poco demandada por el consumidor presenta diversas propiedades nutritivas y un aporte en antioxidantes que la hace ser una buena aliada para nuestra salud. Por ello su consumo es muy recomendable para los niños, los jóvenes, los adultos, los deportistas, las mujeres embarazadas o madres lactantes y las personas mayores.

1. Buena para dietas de adelgazamiento

La carambola, al ser una fruta rica en agua y pobre en calorías, grasa e hidratos de carbono resulta ideal para incluirlas en dietas de control de peso.

Además para aquellas personas que no siguen dietas de adelgazamiento la pueden tomar sin restricciones dado su bajo aporte calórico.

2. Posee propiedades laxantes

La pulpa de esta fruta al poseer fibra soluble presenta la ventaja de tener propiedades laxantes, lo cual la hace muy buena para tomar en personas que padecen de estreñimiento.

En definitiva podemos considerar a esta fruta como un laxante natural.

3. Recomendada para diabetes, hipertensión y afecciones de corazón y vasos sanguíneos

Esta fruta se caracteriza por un bajo aporte en hidratos de carbono, lo que hace de ella un buen alimento para ser tomado por personas que padecen de diabetes, así como por ser rica en potasio. lo que la hace iodoneoa para la hipertensión arterial y afecciones tanto de vasos sanguíneos como del corazón.

4. Aporta vitamina C y A

La caranbola es especialmente rica en vitamina A y C.

Al proporcionarnos ambas vitaminas esta fruta se recomienda para toda la población y muy especialmente para aquellas personas que tienen un mayor riesgo de sufrir carencias en dichas vitaminas; como son las personas que no toleran los cítricos, el pimiento u otros vegetales (fuente exclusiva de vitamina C en nuestra alimentación), las personas que llevan dietas bajas en grasa, y por tanto de un escaso contenido en vitamina A, o simplemente personas con necesidades nutritivas aumentadas (etapa de crecimiento, embarazo,  lactancia materna, tabaquismo, estrés, cáncer, sida, actividad física aumentada, etc.

Pero no debemos dejar pasar por alto la acción antioxidante de ambas vitaminas lo cual hace de la carambola una fruta ideal para reducir el riesgo de padecer numerosas enfermedades, tales como las cardiovasculares, las de tipo degenerativo e incluso el cáncer.

Además es importante recordar:

- Que la vitamina A es esencia para la visión, el buen estado del cabello, la piel, las mucosas, los huesos y para el buen funcionamiento del sistema inmunológico.

- Que la vitamina C interviene en la formación del colágeno, huesos y dientes, glóbulos rojos, además de favorecer la resistencia a las infecciones y a la absorción de hierro.

5. Fuente de potasio

Dentro del contenido mineral de esta fruta destaca el potasio, el cual es necesario tanto para la transmisión como para la generación del impulso nervioso, para una actividad muscular normal y ser el encargado principal de la hidratación y regulación celular.

6. ¿Quiénes deben tomarlo?

Después de conocer todas las propiedades que encierran la carambola podemos deducir que interesa consumirlas:

Para todas las edades.
En situación de actividad física aumentada, y para deportistas.
Embarazo y lactancia materna.
Hipertensión y riesgo cardiovascular.
Diabetes.
Defensas bajas.
Cuando se tiene estrés.
En dietas de adelgazamiento.
Estreñimiento.
Fumadores.
Cáncer.
SIDA.

7. Usos contraindicados

Por su alto contenido en oxalato cálcico su consumo no es adecuado para personas con litiasis renal (cálculos de oxalato cálcico). Este efecto es aún mayor si se consume el jugo de carambola, al ser este muy rico en ácido oxálico.

 Y está totalmente desaconsejado para enfermos renales que requieren de una dieta de control de potasio, diarrea y trastornos gastrointestinales (estómago delicado, gastritis).

Al igual que ocurre con el pomelo, la fruta estrella se considera un potente inhibidor de la enzima implicada en las primeras fases de eliminación de muchos medicamentos, luego el consumo del fruto o del jugo de carambola junto con algunos fármacos puede aumentar de forma significativa la dosificación eficaz dentro de nuestro organismo, originando efectos fatales (paro cardiaco).

Así, se debe evitar la co-ingestión de la fruta o jugo de carambola junto con atorvastatin (Lipitor).

Pero lo más adecuado si sigue un tratamiento farmacológico y quiere tomar esta fruta es que pregunte a su médico.

Fuente: Pulevasalud

miércoles, 23 de septiembre de 2015

Diez señales de alerta sobre la pérdida de la memoria

El Alzheimer es una enfermedad que no para de crecer en todo el planeta y va en camino de convertirse en una epidemia global, que hasta la actualidad no tiene cura. Tener presente los cambios en la memoria es importante.

La Asociación para el Alzheimer definió las siguientes señales de alerta para identificar los primeros síntomas de la enfermedad:

1 - Cambios de memoria que dificultan la vida cotidiana, como olvidar información recién aprendida, o fechas o eventos importantes. Pedir lo mismo repetidamente y depender de sistemas de ayuda para la memoria como "notitas" o dispositivos electrónicos, o en la ayuda de familiares para hacer cosas que antes hacía por sí mismo.

2 - Dificultad para planificar o resolver problemas: algunas personas experimentan cambios en su habilidad para desarrollar y seguir un plan o trabajar con números.

3 - Dificultad para desempeñar tareas habituales en la casa, en el trabajo o en su tiempo libre. A veces, pueden tener dificultad para llegar a un lugar conocido, administrar un presupuesto en el trabajo o recordar las reglas de un juego muy conocido.

4 - Desorientación en tiempo o lugar: olvidar fechas, estaciones y el paso del tiempo. Pueden tener dificultad en comprender algo si no está en proceso en ese instante. Es posible que hasta se les olvide dónde están y cómo llegaron allí.

5 - Tener dificultad para leer, juzgar distancias y determinar color o contraste, lo cual puede causar problemas para conducir un vehículo.

6 - Tener problemas para seguir o participar de una conversación. Pueden interrumpir una conversación sin idea de cómo seguir o que repitan mucho lo que dicen. Suelen luchar por encontrar las palabras correctas o llamar a las cosas por un nombre incorrecto (como llamar a un 'lápiz' un 'palito para escribir').

7 - Frecuentemente colocan cosas fuera de lugar. Se les pueden perder cosas sin poder volver sobre sus pasos para encontrarlas. A veces suelen acusar a los demás de robarles, acusaciones que se van acentuando con el tiempo.

8 - Disminución o falta del buen juicio: experimentar cambios en el juicio o en la toma de decisiones. Por ejemplo, es posible que regalen grandes cantidades de dinero a las personas que venden productos y servicios por teléfono. Puede ser también que presten menos atención al aseo personal.

9 - Empezar a perder la iniciativa para ejercer pasatiempos, actividades sociales, proyectos en el trabajo o deportes. También pueden evitar formar parte en actividades sociales a causa de los cambios que han experimentado.

10 - El humor y la personalidad suelen cambiar. Pueden llegar a estar confundidas, sospechosas, deprimidas, temerosas o ansiosas. Se pueden enojar fácilmente en casa, en el trabajo, con amigos o en lugares donde están fuera de su ambiente.

La prevención

Como el mal no tiene cura, la prevención tiene un papel aún más significativo. Tareas como ejercitar la memoria con tareas cotidianas y la alimentación pueden ser cruciales. En ese sentido, existen alimentos que ayudan a potenciar la memoria

Frutos secos: Su alto contenido en vitaminas del grupo B, Omega 3, Omega 6, fósforo, cobre, calcio, zinc, magnesio y hierro los hace indispensables para mantener una mente activa.

Cereales integrales: Al ser completos, no han perdido vitaminas como la B6 o el ácido fólico, además de riboflavina, niacina y minerales como el hierro, zinc, cobre, magnesio, selenio y fósforo.

Frutos del bosque: Los arándanos, frambuesas, moras o fresas tienen una gran cantidad de antioxidantes, que bloquean la formación de radicales libres que provocan daño celular.

Curry: Se ha descubierto que esta especia con propiedades antiinflamatorias y antioxidantes es eficaz para tratar la pérdida de memoria.

Chocolate y vino tinto: Estos dos alimentos son ricos en flavanol, por lo que estimulan y refuerzan la función cerebral.

Pescado: Una muy buena fuente de Omega 3 y Omega 6. Si el pescado es azul, mejor.

Plantas crucíferas: El brócoli y el coliflor no son las verduras más populares, pero sus sustancias antioxidantes y antiinflamatorias ayudan a mantener a raya determinadas dolencias.

Cebolla y manzana: La quercitina es el flavonoide más habitual en la dieta y se destaca por su elevada actividad antioxidante.

Aceite de oliva extra virgen: Su alto contenido de grasas saludables monoinsaturadas protege al cerebro. Si es ecológico, mejor.

Fuente: Infobae

martes, 22 de septiembre de 2015

La soledad de los Adultos Mayores en China

La familia siempre ha sido uno de los pilares de la milenaria cultura china. Incluso, el Estado chino es concebido como una gran familia. Sin embargo, debido a los cambios demográficos en los últimos años, poco a poco los hijos están dejando de vivir junto con sus padres en el mismo hogar. En consecuencia de ello, el gobierno chino se enfrenta a un problema que no había anticipado: la población está envejeciendo rápidamente y una cantidad cada vez mayor de ancianos se encuentra viviendo por su cuenta.

La filosofía confuciana está embebida en los principios de la sociedad china. Según esta filosofía tradicional, la familia constituía una entidad extensa y estable conformada por varias generaciones bajo un mismo techo. Las familias chinas daban por hecho que los hijos crecerían para hacerse cargo de sus padres en la ancianidad de estos. Aún hoy es común ver familias multigeneracionales viviendo en la misma casa. Se estima que cerca de las tres quintas partes de la población que tiene más de 65 años vive con sus hijos, una proporción superior a la mayoría de países desarrollados.

Sin embargo, las cosas están cambiando en China. Cada vez más padres viven lejos de sus hijos, y cuando uno de los padres muere, el otro sigue viviendo solo. Se estima que la quinta parte de los hogares unipersonales en China están conformados por personas mayores de 65 años. Los jóvenes chinos que viven solos generalmente lo hacen porque así lo han decidido, pero este no es el caso de la mayoría de los ancianos. Muchas de estas personas mayores que viven solas han recibido una pobre formación, y la mayor parte son mujeres.

El país no estaba preparado para las consecuencias de tener ancianos viviendo solos. La política del gobierno está basada en la idea de que las familias deben vivir juntas, y el Estado asume que la descendencia se encarga de cuidar de sus ancianos y aquellos en situación vulnerable. Por ello, el sistema de bienestar social chino no cuenta con la capacidad de ayudar a los ancianos que viven solos, a pesar de los esfuerzos realizados para brindar pensiones, servicios de salud y otros mecanismos de protección social.

La política de un hijo por familia es uno de los factores que ha contribuido con esta crisis. Se estima que, en 2025, la cuarta parte de la población china tendrá más de 60 años, y que solo habrá 2.5 adultos en edad de trabajar por cada persona mayor de 65 años (actualmente la proporción es de 8 a 1). Debido a los cambios en los últimos tiempos, no quedan muchos entre las generaciones jóvenes que estén disponibles para recibir a sus ancianos en su hogar, y muchos de aquellos que migraron del campo a la ciudad en búsqueda de trabajo ni siquiera tienen la capacidad de hacerlo.

El gobierno chino es consciente de este problema. Por ejemplo, se dice que en 2013 flexibilizó la política de un hijo por familia debido al creciente número de ancianos viviendo solos. Incluso ha tratado de obligar por ley en el mismo año que los hijos visiten a sus padres y satisfagan sus “necesidades espirituales”, bajo pena de multa o cárcel por incumplimiento. Existen muchas iniciativas locales que involucran a los adultos mayores, pero que no son supervisadas por el gobierno. Dados los rápidos cambios en la sociedad, el Estado chino debe priorizar la atención de las necesidades de su población de ancianos cada vez mayor.

Fuente: Proexpansion

lunes, 21 de septiembre de 2015

Hacerle frente al Alzheimer

Hoy, como cada 21 de septiembre, es el Día Mundial del Alzheimer. El objetivo principal es que organizaciones de todo el planeta concentren sus esfuerzos en la sensibilización social sobre la gravedad de la problemática de la enfermedad de Alzheimer y la demencia.

“Demencia” es el término que describe un trastorno cerebral progresivo y crónico que impacta en la esfera cognitiva y conductual de la persona y que interfiere en las actividades de la vida diaria. La enfermedad de Alzheimer es la causa más común de demencia. El principal factor de riesgo para esta enfermedad es la edad. Como consecuencia del avance de las tecnologías, la ciencia, la medicina y ciertas conductas sociales preventivas, la expectativa de vida se alarga y el mundo envejece. Nuestro país es uno de los países que está envejeciendo más rápidamente en la región y se calcula que alrededor de 500.000 personas padecen Alzheimer o enfermedades relacionadas. Esta condición afecta también al entorno familiar (los profesionales de la salud los llamamos “los otros enfermos”) ya que produce en muchos casos el “estrés del cuidador”. Existe consenso científico de que los cambios en el cerebro que ocurren en el Alzheimer se producen décadas antes de que la enfermedad se haga evidente clínicamente, es por eso que resulta tan complejo atacarla: cuando aparecen los síntomas es tarde.

El Informe Mundial sobre el Alzheimer 2015 titulado “El impacto global de la demencia: Un análisis de la prevalencia, incidencia, costos y tendencias” publicado recientemente por Alzheimer’s Disease International (ADI) sostiene que existen alrededor de 46,8 millones de personas que viven con demencia en todo el mundo. Estas cifras resultan impactantes, pero más aún las proyecciones que indican que este número se duplicará cada 20 años (se calcula que habrá 75 millones en 2030 y 131, 5 millones en 2050). Existen más de 9,9 millones de nuevos casos de demencia cada año en todo el mundo, lo que implica un caso nuevo cada 3,2 segundos. El informe muestra también que el costo social y económico anual de la demencia (en cifras actuales) es de 818 billones de dólares, y se espera un costo de un trillón de dólares en solo tres años (el costo se ha incrementado un 35% desde 2010).

El informe destaca el aumento del impacto mayor de la demencia en los países de bajos y medianos ingresos. Se estima que el 58% de todas las personas que viven con demencia hoy residen en estos países y se prevé que aumente a 68% en 2050, impulsado principalmente por el crecimiento demográfico y el envejecimiento de su población.

El incremento del costo global de la demencia plantea serios desafíos a la salud y a los sistemas de atención de todas partes del mundo (los gobiernos del G8 ya decidieron diseñar y poner en práctica una estrategia conjunta para afrontarla). Esta enfermedad golpea a las economías y políticas globales, lo que lleva irremediablemente a un impacto humanitario de gran escala. Estos resultados demuestran la urgente necesidad de que los Estados de países de medianos y bajos ingresos también implementen políticas activas y sancionen leyes (en la Argentina hay en tratamiento un proyecto de Ley de Alzheimer) para mejorar el bienestar de sus ciudadanos, tanto ahora como en el futuro. Debemos alentar a estos gobiernos a tomar medidas para prevenir la demencia y optimizar los servicios de atención basado en los conocimientos científicos actuales, la evidencia disponible y la experiencia global.

Estas acciones deben tener como objetivos fundamentales: la mejora de la calidad de vida de las personas enfermas y de sus familias y de sus cuidadores a través de prestaciones coordinadas de asistencia sanitaria y social; la reducción del estigma y la discriminación de los enfermos y el fomento de una mayor participación, inclusión social e integración de las personas que viven con demencia; la promoción de avances en la prevención, la reducción de riesgos, el diagnóstico y el tratamiento, de acuerdo con las evidencias cientificas actuales y emergentes; el apoyo para la investigación (especialmente en detectar la enfermedad cuanto antes y en desarrollar drogas efectivas que modifiquen la biología de la enfermedad); la concientización de cada persona para consigo mismo y para los demás sobre la conveniencia de llevar un estilo de vida saludable para así reducir el riesgo de deterioro cognitive, y – como es desde hace décadas en contra del SIDA- la movilización de toda la sociedad y la lucha a través de todos los frentes posibles contra esta epidemia del siglo XXI: la enfermedad de Alzheimer.

Fuente: La Nación

viernes, 18 de septiembre de 2015

La salud mental y los adultos mayores

Las personas de 60 años de edad o mayores realizan aportaciones valiosas a la sociedad como miembros activos de la familia, la sociedad y la fuerza de trabajo. La mayoría de estas personas gozan de buena salud mental, pero muchas corren el riesgo de padecer trastornos mentales, neurales o por abuso de sustancias psicoactivas, amén de enfermedades somáticas o discapacidad.

El problema

La proporción de personas mayores está aumentando rápidamente en todo el mundo. Según se calcula, entre 2000 y 2050 dicha proporción pasará de 11 a 22%. En números absolutos, el aumento previsto es de 605 millones a 2 000 millones de personas mayores de 60 años. Los adultos mayores pueden sufrir problemas físicos y mentales que es preciso reconocer.

Más de un 20% de las personas que pasan de los 60 años de edad sufren algún trastorno mental o neural (sin contar los que se manifiestan por cefalea) y el 6,6% de la discapacidad en ese grupo etario se atribuye a trastornos mentales y del sistema nervioso. La demencia y la depresión son los trastornos neuropsiquiátricos más comunes en ese grupo de edad.

Los trastornos de ansiedad afectan al 3,8% de la población de edad mayor y los problemas por abuso de sustancias psicotrópicas, casi al 1%; asimismo, aproximadamente una cuarta parte de las muertes por daños autoinfligidos corresponden a personas de 60 años de edad o mayores. Es frecuente que los problemas por abuso de sustancias psicotrópicas en los ancianos se pasen por alto o se diagnostiquen erróneamente.

El personal sanitario y los propios ancianos no reconocen los problemas de salud mental en su verdadera dimensión, y el estigma de las enfermedades mentales propicia que las personas sean aún más reacias a buscar ayuda.

Los factores de riesgo de los trastornos mentales en los adultos mayores

A lo largo de la vida son muchos los factores sociales, psíquicos y biológicos que determinan la salud mental de las personas. Además de las causas generales de tensión con que se enfrenta todo el mundo, muchos adultos mayores se ven privados de la capacidad de vivir independientemente por dificultades de movilidad, dolor crónico, fragilidad u otros problemas mentales o físicos, de modo que necesitan asistencia a largo plazo.

Además, entre los ancianos son más frecuentes experiencias como el dolor por la muerte de un ser querido, un descenso del nivel socioeconómico como consecuencia de la jubilación, o la discapacidad. Todos estos factores pueden ocasionarles aislamiento, pérdida de la independencia, soledad y angustia.

La salud mental influye en la salud del cuerpo, y a la inversa. Por ejemplo, los adultos mayores con enfermedades como las cardiopatías presentan tasas más elevadas de depresión que quienes no padecen problemas médicos. Por el contrario, la coexistencia de depresión no tratada y cardiopatía en una persona mayor puede empeorar esta última.

Los ancianos también son vulnerables al descuido físico y al maltrato. El maltrato de las personas mayores no se limita a causar lesiones físicas sino también graves problemas psíquicos de carácter crónico, como la depresión y la ansiedad.

La demencia y la depresión en los ancianos son problemas de salud pública


Demencia

Es un síndrome que se caracteriza por la mengua de la memoria y la capacidad de pensar, trastornos del comportamiento e incapacidad para realizar las actividades de la vida cotidiana. Afecta principalmente a los ancianos, pero no es una parte normal de la vejez.

Se calcula que en el mundo hay unos 35,6 millones de personas aquejadas de demencia. Se prevé que el número de estas personas casi se duplique cada veinte años, de modo que será de 65,7 millones en 2030 y de 115,4 millones en 2050; además, la mayoría de esos pacientes vivirán en países de ingresos bajos y medianos.

La demencia lleva aparejados problemas sociales y económicos de envergadura por lo que toca a los costos de la asistencia médica, social e informal que impone. Por otra parte, las presiones físicas, emocionales y económicas pueden agobiar a las familias. Tanto las personas aquejadas de demencia como quienes las asisten necesitan apoyo sanitario, social, económico y legal.

Depresión

La depresión puede causar grandes sufrimientos y trastorna la vida cotidiana. Afecta a un 7% de la población de ancianos en general y representa un 1,6% de la discapacidad total (AVAD) en los de 60 años de edad y mayores.1 En los establecimientos de atención primaria de salud la depresión no se diagnostica ni se trata como debiera. Es frecuente que los síntomas de este trastorno en los adultos mayores se pasen por alto y no se traten porque coinciden con otros problemas de esa etapa de la vida.

Los adultos mayores con depresión tienen un desempeño más deficiente por comparación con los que padecen enfermedades crónicas como las enfermedades pulmonares, la hipertensión arterial o la diabetes sacarina. Este trastorno también aumenta la percepción de tener mala salud, la utilización de los servicios médicos y los costos de la asistencia sanitaria.

Estrategias de tratamiento y asistencia

Es importante que los prestadores de asistencia sanitaria y la sociedad en su conjunto presten atención a las necesidades especiales de los grupos de población de edad mayor mediante las medidas siguientes:
  • Capacitación de los profesionales sanitarios en la atención de los ancianos;
  • Prevención y atención de las enfermedades crónicas que acompañan a la vejez, como los problemas mentales, neurales y por abuso de sustancias psicotrópicas;
  • Elaboración de políticas sostenibles sobre la asistencia a largo plazo y los cuidados paliativos;
  • Creación de servicios y entornos que favorezcan a las personas de edad

Promoción de la salud

La salud mental de los adultos mayores se puede mejorar mediante la promoción de hábitos activos y saludables. Ello supone crear condiciones de vida y entornos que acrecienten el bienestar y propicien que las personas adopten modos de vida sanos e integrados. La promoción de la salud mental depende en gran medida de estrategias conducentes a que los ancianos cuenten con los recursos necesarios para satisfacer sus necesidades básicas, tales como:
  • Protección y libertad;
  • Viviendas suficientes mediante políticas apropiadas;
  • Apoyo social a las personas mayores y a quienes cuidan de ellas;
  • Programas sanitarios y sociales dirigidos específicamente a grupos vulnerables como las personas que viven solas, las que habitan en el medio rural o las aquejadas de enfermedades mentales o somáticas;
  • Programas de prevención de la violencia o maltrato en contra de los adultos mayores;
  • Programas de desarrollo comunitario.

Intervenciones

El reconocimiento y tratamiento oportunos de los trastornos mentales, neurales y por abuso de sustancias psicotrópicas en los adultos mayores revisten una importancia decisiva. Se recomienda aplicar intervenciones psicosociales y farmacológicas.

No se cuenta hoy por hoy con medicamentos para curar la demencia, pero es mucho lo que se puede hacer para apoyar y mejorar la vida de las personas que la padecen, así como a sus cuidadores y familias, como por ejemplo:

  • El diagnóstico temprano para promover el tratamiento oportuno y óptimo;
  • La optimización de la salud física y psíquica, incluidas la detección y el tratamiento de enfermedades; el respaldo para superar las enfermedades somáticas, aumentar la actividad física y cognitiva, y acrecentar el bienestar;
  • La detección y el tratamiento de síntomas comportamentales y psíquicos difíciles;
  • El suministro de información y apoyo prolongado a los cuidadores.

La atención de la salud mental en la comunidad

Una buena asistencia sanitaria y social en general es importante para mejorar la salud, prevenir enfermedades y tratar los padecimientos crónicos de las personas mayores. Por lo tanto, es importante capacitar a todo el personal sanitario que debe enfrentarse con los problemas y trastornos relacionados con la vejez.

Para ello es imprescindible proporcionar a los adultos mayores una atención de salud mental eficaz en el nivel comunitario. La misma importancia tiene poner de relieve la asistencia prolongada de los adultos mayores aquejados de trastornos mentales, así como dar formación, capacitación y apoyo a quienes los atienden.

Es imprescindible contar con un marco legislativo apropiado, basado en las normas internacionales sobre derechos humanos, para ofrecer los servicios de la mejor calidad a las personas con enfermedades mentales y a quienes cuidan de ellas.

La respuesta de la OMS

Los programas de la OMS en pro de un envejecimiento activo y sano han creado un marco mundial para la actuación en los países.

La OMS apoya la meta de los gobiernos de fortalecer y mejorar la salud mental de los adultos mayores y de basar los planes de acción y las políticas en estrategias eficaces.

La OMS reconoce que la demencia es una prioridad sanitaria. En el informeDementia: a public health priority (2012), se proporciona información y ayuda para sensibilizar a la gente con respecto a este problema. Asimismo, se pretende fortalecer las actividades públicas y privadas para mejorar la asistencia y el apoyo a las personas aquejadas de demencia y a sus cuidadores.

La demencia, la depresión y otros trastornos mentales de gran importancia están incluidos en el Programa de Acción Mundial en Salud Mental (mhGAP), por el cual se pretende mejorar la asistencia de los trastornos mentales, neurales y por abuso de sustancias psicotrópicas mediante la aportación de orientaciones e instrumentos para el desarrollo de los servicios de salud en las zonas pobres.

jueves, 17 de septiembre de 2015

Beneficios de una pera al día para la salud

La pera es rica en potasio, que tiene efectos vasodilatadores. Nos ayuda a regular la presión arterial y reduce las probabilidades de sufrir enfermedades cardiovasculares.

Además de su disponibilidad y sabor, las peras también han sido valoradas por sus propiedades medicinales durante miles de años. El consumo regular de esta deliciosa fruta te da una gran cantidad de beneficios no sólo para la salud sino también para la piel. Sigue leyendo y conoce los beneficios de la pera para la salud.

Reduce el riesgo de padecer algunos cánceres

Una cantidad excesiva de ácidos biliares en el intestino puede aumentar el riesgo decáncer colorrectal, así como tener problemas intestinales. La fibra de las peras tiene tendencia a alojarse en el ácido biliar, lo que ayuda a prevenir el riesgo de cáncer de colon. Además, los fitonutrientes presentes en las peras ayudan a reducir el riesgo de cáncer gástrico. Un estudio realizado a casi 500 mil personas por el Instituto Nacional de Salud y la Asociación Americana de Jubilados, reveló queal consumir peras puedes reducir el riesgo de cáncer de esófago.

Estimula la digestión y salud intestinal

La carnosidad y fibrosidad de la pera tiene un papel muy importante que desempeñar en la digestión humana. Una sola porción de peras te proporciona el 18% de los requerimientos diarios de ingesta de fibra. Esta fibra, actúa como un agente de carga en los intestinos, haciendo más fácil el paso de los alimentos a través de estos. Además, estimula la secreción de jugos gástricos y digestivos para que la comida se mueva más suave, en un estado más digerido. Otro de los beneficios de la pera en la digestión es regular los movimientos intestinales y reducir las posibilidades de estreñimiento, así la como diarrea.

Reduce la presión arterial

Esta fruta es una maravillosa fuente de potasio , lo que significa que los beneficios de la pera pueden tener un impacto significativo en la salud del corazón, porque el potasio es un vasodilatador. Esto quiere decir, que además de reducir la presión arterial, también reduce la tensión, evitando la formación de coágulos o daño a todo el sistema cardiovascular. Además, aumenta el flujo de sangre a todas las partes del cuerpo, oxigenando los órganos y promoviendo su efectividad.
La reducción de la presión arterial también está conectada a una menor probabilidad de enfermedades cardiovasculares como la arteriosclerosis, ataques cardíacos y accidentes cerebrovasculares.

Ayuda a perder peso

Muchas personas evitan el consumo de algunas frutas debido a su contenido calórico, principalmente aquellas derivadas de azúcares naturales. Sin embargo, las peras son una de las frutas más bajas en calorías. Una pera tiene en promedio un poco más de 100 calorías, que es el 5% de la asignación diaria de una dieta saludable. La fibra de esta fruta te hace sentir lleno, al mismo tiempo que tiene un bajo impacto en tu aumento de peso y obesidad.

Deshace compuestos peligrosos de tu cuerpo

Al igual que muchas otras frutas, las peras contienen una gran cantidad de antioxidantes que combaten diversas enfermedades y condiciones dentro del cuerpo. Los antioxidantes funcionan para eliminar los radicales libres que se acumulan en el cuerpo después del metabolismo celular. Estos radicales libres mutan ADN de células sanas en células cancerosas, y pueden causar una serie de otras condiciones devastadoras. Por lo tanto, los componentes antioxidantes de la vitamina C, vitamina A y compuestos flavonoides como el beta-caroteno, luteína y zea-xantina (las cuales se encuentran todas en las peras), pueden ayudar al cuerpo a deshacerse de estos compuestos peligrosos.

Repara tus tejidos (heridas)

Los beneficios de la pera también están presentes en la síntesis de nuevo tejido en varios órganos y estructuras celulares del cuerpo a través de la vitamina C. Esto mantiene el metabolismo del cuerpo funcionando sin problemas y garantiza que todas las funciones operen correctamente.
Por otra parte, la cicatrización de heridas se acelera con altos niveles de ácido ascórbico; los pequeños golpes, cortes, y daños causados por las lesiones y enfermedades se pueden limitar más rápido  gracias a los beneficios de la pera a través de sus altos niveles de este nutrientes esenciales para tu dieta.  La reparación de los vasos sanguíneos dañados, es otro de los beneficios de la pera.

Promueve tu sistema inmune

El sistema inmune del cuerpo está también impulsado por las actividades de los antioxidantes y la vitamina-C. Esta vitamina, ha sido conocida durante mucho tiempo por ser beneficiosa para el sistema inmunológico, ya que estimula la producción y la actividad de las células blancas de la sangre. Hoy en día, gracias a muchos estudios que han dado a conocer los beneficios de la pera, esta fruta ha sido sugerida en la dieta para eliminar simples condiciones como el resfriado común, la gripe, u otras enfermedades leves.

Mejora tu circulación y el conteo de glóbulos rojos

Para las personas que sufren de anemia o deficiencias de minerales, los beneficios de la pera pueden ser muy útiles. Gracias a su contenido de cobre y hierro, facilita y mejora la absorción de los minerales en el sistema, y el aumento de los niveles de hierro significa un aumento en la síntesis de glóbulos rojos. El hierro es una parte importante de la hemoglobina y la anemia está relacionada con la deficiencia de hierro.

Puedes prevenir la fatiga, el mal funcionamiento cognitivo, la debilidad muscular, y el mal funcionamiento del sistema de órganos mediante el consumo de alimentos ricos en hierro y cobre, los cuales se encuentran en cantidades significativas en las peras.
Nota: El conteo de glóbulos rojos es un análisis de sangre que mide tu número de glóbulos rojos.

Protege tu corazón

Las peras son una excelente fuente de fibra dietética y la fibra es buena para el corazón. Los estudios han demostrado que la fibra puede reducir los niveles decolesterol malo mediante la unión a sales biliares para luego  ayudar a expulsarlas del cuerpo. Las peras también pueden reducir el riesgo de accidente cerebrovascular hasta en un 50 por ciento.

Reduce la inflamación

Los componentes antioxidantes y flavonoides de las peras también pueden inducir efectos anti-inflamatorios en el cuerpo y reducir el dolor asociado con enfermedades de inflamación. Esto incluye la reducción de los síntomas de la artritis, enfermedades reumáticas, gota, y condiciones similares.

Mantiene tus huesos más fuertes

 El alto contenido de minerales de las peras (magnesio, manganeso, fósforo, calcio y cobre), significa que se puede reducir la pérdida de mineral óseo y condiciones debilitantes como la osteoporosis y la debilidad general del cuerpo debido a la falta de apoyo de los huesos .

Actúa positivamente en tu piel, cabello y ojos

Una de las vitaminas más versátiles en el cuerpo humano es la vitamina A. Las peras son ricas en vitamina A y componentes como la luteína y zea-xantina, los cuales,  actúan como un antioxidante reduciendo los efectos del envejecimiento en la piel, como arrugas y manchas de la edad.

Esta poderosa fruta también puede reducir la pérdida del cabello, la degeneración macular, las cataratas, y varias otras condiciones asociadas con el proceso de envejecimiento.

miércoles, 16 de septiembre de 2015

Afirman que la presión arterial normal debería ser más baja: el límite sería 12

La investigación comenzó en 2009, pero terminó un año antes de lo previsto. Los médicos que llevaron adelante el estudio (llamado SPRINT y apoyado por la máxima autoridad sanitaria de Estados Unidos) se proponían saber qué tan baja debe ser la presión arterial para obtener beneficios en la salud. La respuesta la hallaron antes de lo esperado y por eso dieron a conocer los resultados preliminares: según afirman, la presión arterial menor a 12 en mayores de 50 años que tienen presión alta, reduce significativamente el riesgo de tener una enfermedad cardiovascular y baja el riesgo de muerte.

Apoyados por el National Institutes of Health (NIH), los investigadores se propusieron examinar cómo impactaba en las enfermedades cardiovasculares y del riñón el hecho de mantener la presión de los pacientes en un nivel menor del que actualmente se recomienda. Para eso, ajustaron la medicación de 9.300 pacientes (mayores de 50 años hipertensos y, por eso, con un riesgo incrementado de tener una enfermedad del corazón o problemas de riñón) para que la mitad de ellos llegue a un objetivo de 12 y la otra mitad a un objetivo de 14. Según anunció el NIH mediante un comunicado, bajar la presión a 12 “reduce la tasa de eventos cardiovasculares, como ataque al corazón, falla cardíaca y ACV, a casi un tercio. Y reduce el riesgo de muerte a casi un cuarto, comparado con el objetivo de mantener la presión en 14 (140 milímetros de mercurio)”.

“La presión en la que hay menos complicaciones cardiovasculares en la población en general es 12/8. Cuando se supera los 14/9 ya hay hipertensión arterial. Ahora bien, entre un valor y otro existe lo que se conoce como pre-hipertensión o presión normal alta. Y en ese territorio, a nivel poblacional, aparecen mayores complicaciones”, introduce Fernando Filippini, presidente de la Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial. “El estudio habla de llevar la presión a 12 en los mayores de 50 años. Yo diría que hay que ser muy cautelosos porque un anciano, por ejemplo, necesita cifras más elevadas porque si se le baja mucho la presión se puede reducir el flujo cerebral”. El estudio SPRINT no incluyó pacientes diabéticos y eso tiene una razón de ser: “En un paciente diabético con daño renal, el descenso excesivo de presión puede ser contraproducente. Es que al haber muy poca presión de sangre en un órgano deteriorado, la cantidad de sangre que lleva a filtrar puede ser menor”.

Tampoco incluyeron pacientes que habían tenido un accidente cerebrovascular antes o enfermedad renal. Alberto Villamil, jefe de hipertensión del Instituto Cardiovascular de Buenos Aires y jefe de cardiología preventiva del Hospital Argerich, agrega: “Si hablamos de población sana, tener la presión en 12/8 es óptimo. Según los datos preliminares de este estudio, menos presión es favorable para la salud al haber menos daño de la pared de las arterias. Pero si tenemos una población vulnerable –infartados, con insuficiencia renal o personas que tuvieron un ACV– no necesariamente es bueno bajar tanto la presión. La presión es un instrumento para llevar sangre al tejido: si el paciente tiene sus arterias estropeadas y hay menos acceso de la sangre a ese tejido, un descenso muy marcado de la presión puede causar isquemia”. Estos parámetros, explica, están respaldados por las guías de la Sociedad Argentina de Cardiología y de la Sociedad Argentina de Hipertensión.

“Nuestras conclusiones aportan evidencia importante de que bajar la presión en pacientes mayores o de alto riesgo puede ser beneficioso y abrir el paso a mejores condiciones de salud en general”, dijo Lawrence Fine, director del Instituto Nacional de corazón, pulmón y sangre (NHLBI). “Pero los pacientes deberían hablar con sus médicos para determinar si esto es beneficioso para su caso en particular”. Eso es lo que sostienen los médicos argentinos: cada paciente deberá ser evaluado para saber a qué meta puede llegar.

Fuente: Clarin

martes, 15 de septiembre de 2015

La música tiene un impacto biológico en el envejecimiento cerebral

Los retrasos en el ritmo neuronal vinculados al envejecimiento no son inevitables y pueden eludirse o reducirse con entrenamiento musical, según se desprende de un estudio realizado por especialistas de la Universidad Northwestern de Estados Unidos. 

Esta investigación es la primera que proporciona evidencias biológicas de que la experiencia musical a largo plazo afecta al proceso del envejecimiento humano, publica la Universidad Northwestern en un comunicado.

Efecto de la música en el sistema nervioso 

Las evidencias fueron recopiladas a partir de las mediciones de las respuestas cerebrales automáticas de músicos jóvenes y mayores, así como de adultos que no eran músicos, ante los sonidos de un discurso. 

Las mediciones, llevadas a cabo por investigadores del Auditory Neuroscience Laboratory de dicha Universidad, demostraron que el ritmo neuronal de los músicos más ancianos presentaba una ventaja. 

Según explica la neurocientífica Nina Kraus, co-autora del estudio, en este sentido, “los músicos más ancianos no sólo superaron a las personas de su misma edad que no eran músicos, sino que además decodificaron los estímulos sonoros tan rápida y acertadamente como los adultos más jóvenes, que no eran músicos”. 

Los resultados obtenidos refuerzan la idea de que experimentar activamente los sonidos, en el transcurso de nuestra vida, tiene un profundo efecto en el funcionamiento del sistema nervioso, asegura la investigadora. 

Kraus, profesora de ciencias de la comunicación en la Escuela de Comunicación, y de neurobiología y fisiología en el Weinberg College de Artes y Ciencias de dicha universidad, ha publicado, junto a otros colaboradores, los resultados de la presente investigación en la revista especializada Neurobiology of Aging.

También ayuda a la memoria 

Los investigadores señalan que, a partir de los hallazgos realizados, se demuestra que el entrenamiento musical intensivo, incluso en las etapas avanzadas de la vida, podría potenciar el procesamiento mental de cualquier discurso y, como consecuencia, incrementar la capacidad de los ancianos para comunicarse en entornos acústicos complejos o ruidosos.
Los adultos mayores suelen tener problemas para distinguir palabras en estos contextos porque la reducción del ritmo neuronal vinculada al envejecimiento les impide decodificar bien los sonidos. 

En este sentido, la música podría serles de ayuda ya que, según Kraus, “la experiencia musical afecta selectivamente al cronometraje de elementos de sonido importantes para la distinción de las consonantes”. 

En estudios previos, Kraus y sus colaboradores del Auditory Neuroscience Laboratory se habían analizado ya por extenso los efectos de la experiencia musical en la plasticidad cerebral, a lo largo de toda la vida, en entornos clínicos y corrientes, así como en medios educativos. 

En estos análisis fueron constatados otros efectos positivos de la música sobre el cerebro, como que ésta puede reducir la pérdida de memoria vinculada al envejecimiento. 

La presente investigación fue llevada a cabo midiendo la respuesta neuronal automática a los sonidos del discurso de 87 adultos de habla inglesa, nativos, y con una audición normal. Las mediciones se hicieron mientras los participantes veían un vídeo. 

Los voluntarios músicos habían empezado a estudiar música antes de los nueve años, y habían estado implicados en actividades musicales constantes durante toda su vida. Los voluntarios que no eran músicos habían estudiado música durante tres años como máximo.

El cerebro y la música 

En los últimos tiempos, hemos sabido de otras investigaciones centradas en el efecto de la música sobre el cerebro humano. 

Por ejemplo, en 2011, un estudio llevado a cabo por científicos de la York University de Canadá, especializados en el aprendizaje, la memoria y el lenguaje de los niños, constataron que la música puede potenciar el aprendizaje de niños de preescolar. 

Por otra parte, en 2008, una investigación realizada por especialistas de la Harvard Medical School de Boston reveló que los niños que tocan un instrumento una media de dos horas y media a la semana desarrollan un 25% más el cuerpo calloso, la zona que conecta los dos hemisferios cerebrales y que ayuda a la coordinación de ambas manos. 

Dados los resultados de diversas investigaciones al respecto, en 2009, investigadores de la Universidad de Zurichseñalaron que la plasticidad cerebral que propicia la música podría ser aprovechada para desarrollar terapias destinadas a mejorar las habilidades cognitivas. 

Concretamente, los científicos propusieron entonces utilizar la música en la terapia neurofisiológica, por ejemplo para mejorar las habilidades lingüísticas, la memoria o los estados de ánimo de las personas. 

La música sería útil para este fin debido a que las regiones cerebrales implicadas en la práctica musical se utilizan también para otras funciones, como la memoria o el lenguaje. Cualquier mejora que favorezca la música en estas áreas del cerebro, favorecería, por tanto, las capacidades en otros campos del conocimiento.

lunes, 14 de septiembre de 2015

El apoyo de la familia puede condicionar la evolución del Alzheimer

Una vez que el Alzheimer ha mostrado los primeros síntomas, la familia tiene un papel fundamental para ayudar a ralentizar la evolución de esta enfermedad incurable, que afecta a 600.000 personas en España.
“Hay hábitos y actividades que puede ralentizar el deterioro cognitivo”, explica a Europa Press el jefe de Geriatría de la Fundación Vianorte-Laguna, el doctor Javier Gómez Pavón, que señala a la familia como clave en el desarrollo de estos hábitos con el paciente. “Si el entorno del paciente no sabe con qué se está enfrentando su evolución va a ir más rápido”, afirma.
Tratar a estos pacientes no es fácil, cuando se descubre la enfermedad en fases leves carecen de recursos terapéuticos adecuados, de modo que se ven obligados a esperar a que la enfermedad avance para acceder a un Centro de Día en el que puedan recibir terapias que mantengan su autonomía y su funcionalidad.
Es aquí dónde se debe apoyar a la familia y trabajar con ella, de modo que se evite aislar al paciente hasta el punto de verse incomprendido y deprimirse. “Es fundamental cuando se hace el diagnóstico dar atención también a la familia y explicarles cuáles son los cuidados al enfermo; es fundamental cogerlos cuánto antes para que ayuden en el retraso del Alzheimer”, señala este experto, que recomienda atender a la familia al mismo tiempo que al enfermo, desde el primer momento.
Además de reforzar la psicoestimulación y adaptación a los déficits, el cuidador tiene el papel de tratar que el enfermo no se aisle, ya que “eso va a provocar en el paciente mayor depresión e incluso situaciones disruptivas (ira, agresividad, delirios, trastornos del sueño, etc), que “no solo agudizan la enfermedad sino que desestructuran a la familia”.
En las fases más avanzadas “la fuerza del amor”, es decir mantener la parte emocional que une a la familia, también ayuda a conectar al enfermo con sentimientos que reconoce, devolviéndole de algún modo a sensaciones positivas ya vividas. “El enfermo con Alzheimer es una persona apática, cambia según avanza la enfermedad, parece que no tiene emociones, se van aislando pero necesitan continuamente esa emoción, el poder de los besos, los abrazos, etc”, afirma.
“Uno se vuelve desorientado, reconoce a su marido o a su mujer pero no sabe que es su marido o su mujer, reconoce la casa pero no sabe dónde está, el cerebro está alterando pero reconoce un acto o el estar de una persona que le da confianza, y eso lleva consigo que el paciente esté tranquilo”, añade.

Prevención

El experto incide en que existen factores que pueden ayudar a modificar el inicio de la enfermedad, de hecho diversos estudios que indican que los hábitos de vida saludables pueden reducir entre el 40 y el 30 por ciento de los casos de Alzheimer.
Algunos de los factores de riesgo en la enfermedad de Alzheimer que pueden prevenirse son la diabetes, la hipertensión, la obesidad, la inactividad física, la depresión, el tabaquismo y la baja actividad cognitiva. De los siete factores de riesgo detectados, la mayor proporción de casos de Alzheimer se puede atribuir a la inactividad física, porque un tercio de la población adulta son personas sedentarias e inactivas.
“Cuantos más factores de riesgo más riesgo se tiene de Alzehimer pero, al final, esto es como la lotería, puedes tener muchos factores de riesgo y no padecerlo o tener pocas papeletas y padecerlo”, afirma.
Por lo tanto, es importante potenciar las actividades cognitivas (leer, estudiar, hablar varios idiomas, practicar juegos intelectuales, relacionarse con gente, participar en actividades de grupo), controlar los factores que alteran a la circulación sanguínea(azúcar, colesterol, hipertensión, obesidad), llevar una alimentación equilibrada, realizar ejercicio físico y abandonar el hábito del tabaco.
Asimismo, incide en la importancia de mantener las relaciones humanas, “usar el cerebro y la memoria, participar activamente en la sociedad y no mantenerse aislado es importante”, ya que “el aislamiento, sobre todo con la edad, lleva consigo el no ejercitar la memoria”. Además, hay que mantener un buen estado de ánimo, “el bajo ánimo que puede considerarse depresivo y eso es como una droga para el cerebro”.
“Si antes tenías 10 neuronas ahora tienes 8, pero si se ejercita el cerebro esas 8 neuronas pueden suplir la ausencia de esas dos que faltan, así se consigue que el Alzheimer vaya más lento, consigues que esas ocho sean mas resistentes a la enfermedad”, concluye.

viernes, 11 de septiembre de 2015

La manzana y sus beneficios para la salud

La manzana no es sólo una fruta deliciosa, en su composición cuenta con nutrientes y sustancias químicas naturales que le atribuyen propiedades benéficas para su salud.

¡Buena para el corazón! Si bien es cierto que las vitaminas y minerales son los potenciales antioxidantes de las frutas, en la manzana esta propiedad se debe a la cantidad de sustancias químicas naturales (fitoquímicos) concentradas en su cáscara. Los antioxidantes neutralizan los radicales libres que oxidan nuestras células aumentando así el riesgo de desarrollar enfermedades del corazón, degenerativas y cáncer.

También se le considera  una fruta diurética gracias a las concentraciones moderadas de potasio, esto la hace apropiada para pacientes con retención de líquido o hipertensión arterial. Los pacientes con insuficiencia renal, deben recordar que la manzana  al igual que otras frutas, está desaconsejada por la restricción de potasio en su dieta.

¡Buena para el estreñimiento y diarrea! La cáscara de la manzana contiene fibra insoluble que ayuda a la evacuación intestinal,  de tal manera que si la comemos cruda y con cáscara previene el estreñimiento. Ya en los supermercados podemos encontrar salvado de manzana que es justamente este tipo de fibra  que resulta muy agradable de incluir en nuestras preparaciones como en galletas, o en la ensalada de frutas con yogurt (recuerde tomar luego un vaso de agua para hidratar esta fibra y lograr la evacuación intestinal).

En la pulpa encontramos pectina, un tipo de fibra soluble que más bien enlentece el tránsito intestinal  además de captar agua disminuyendo su pérdida durante la diarrea. La pulpa contiene también sustancias químicas naturales llamadas taninos, estas  poseen propiedades  astringentes y antiinflamatorias. Reconocerlas es sencillo ya que se sienten ásperas en el paladar y fácilmente oscurecen al estar expuestas al ambiente. Si rallamos la pulpa de la manzana, pronto los taninos aparecerán oscurecidos. Ya lo sabe, la manzana cruda y con cáscara le regula el intestino, pero pelada y rallada le ayudará a sobrellevar la diarrea.

¡Buena para prevenir las caries! Definitivamente no hay sustitutos del cepillado de dientes, sin embargo la textura de la manzana que puede barrer los restos de alimentos de los dientes, sumado al delicioso jugo que deleita nuestro paladar resulta ser una buena medida preventiva a las caries.

¡Cuidado con los cálculos renales! Si usted padece de cálculos renales, pida saber de qué son los cálculos formados ya que los alimentos pueden ayudar a su formación. Tal es el caso de la manzana que contiene ácido oxálico  que durante la digestión puede combinarse con moléculas de calcio formando así oxalato de calcio, un compuesto que forma cierto tipo de cálculo. Ahora bien la cocción de la manzana elimina el ácido oxálico, de esta manera  el paciente con cálculo renal podría consumirla.

Fuente: RPP

 
Usamos cookies propias y de terceros para mejorar su estadia en el Blog y realizar análisis de uso de nuestro sitio.
Si continúa navegando consideramos que acepta su uso. OK Más información