En el marco de la feria para la tercera edad FiraGran que se llevó a cabo en Barcelona se dio a conocer que el 26% de la población conoce algún caso de maltrato a ancianos, destacándose el maltrato psicológico, seguido por el económico y el abandono de persona, en tercer lugar.
Así lo reveló el estudio sobre la ‘Percepción que la población tiene de los maltratos a ancianos’, elaborado por la Asociación para la Investigación del Maltrato a Ancianos (EIMA) y el Departament de Treball Social i Serveis Socials de la Universitat de Barcelona (UB) y promovido por el grupo funerario Mémora, con entrevistas a 423 personas de más de 18 años en Barcelona y L’Hospitalet de Llobregat.
Preguntados por cuál es el maltrato en los casos conocidos, los encuestados señalan en primer lugar el abuso psicológico, seguido del económico en segundo lugar y el abandono en tercero.
Los familiares no cuidadores son el principal posible maltratador en los casos conocidos, seguidos del personal de centros residenciales y los cuidadores no formales.
De los encuestados, el 72% cuenta que solo conoce un caso, el 20 % dos casos y el 7,4 % tiene conocimiento de hasta tres casos de maltrato.
La directora investigadora del estudio, Mercè Tabreña, ha señalado que “es un fenómeno escasamente investigado e incomprendido” y que “este es el primer estudio que se hace sobre la percepción general”.
Para Tabreña, el maltrato “se incrementará mucho porque con el crecimiento de la esperanza de vida aumenta la posibilidad de tener demencia progresiva y degenerativa”, que se une a “la mayor probabilidad de sufrir maltrato”.
Otras posibles causas del aumento son “las nuevas formas de familia y los cambios en la función de los abuelos” y la “soledad y el aislamiento”.
El maltrato incluye desde la violencia hasta el abuso de poder, la falta de ayudas básicas que cubran la comida y la ropa, por ejemplo, o el abuso de confianza “debido a la necesidad de confianza de las personas mayores”, ha asegurado la investigadora.
Se manifiesta en diferentes formas que acostumbran a combinarse, como el maltrato físico, el psicológico, el económico, las negligencias, el abandono o la vulneración de derechos.
Miedo a denunciar
Tabreña ha revelado que los ancianos “no denuncian por miedo a perder los vínculos afectivos, las represalias, la vergüenza y la falta de información”.
La profesora de Trabajo Social de la UB e investigadora del proyecto Adela Boixadós ha señalado que según la percepción de los encuestados, los cuerpos de seguridad, en un 37,2%, y los servicios sociales, en un 25%, serían, entre otras, las principales opciones para pedir ayuda y denunciar un maltrato.
Boixadós ha explicado que para reducir el maltrato el 24% de los encuestados mejorarían las políticas sociales y el 22% fomentaría los valores, entre otras posibles opciones.
Ésta es la primera vez que un estudio sobre la percepción pregunta a toda la población, ya que “hasta ahora se había inquirido exclusivamente a ancianos y profesionales que trabajan con ellos”, ha recordado Boixadós.
Las entrevistas del estudio se efectuaron a pie de calle por alumnos del grado en Treball Social de la UB y en L’Hospitalet de Llobregat y el distrito de Nou Barris de Barcelona, dónde Mémora cuenta con “Espacios de Apoyo” ante el fallecimiento de familiares.
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